La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO Ceuta ha remitido un comunicado de prensa en el que vuelve a pedir el cese del director territorial de Ingesa, Jesús Lopera, por su vacunación y arremete contra la dirección de Enfermería, cargo que ejercer la mujer de Lopera, y que tilda de "autoritaria". Este es el comunicado íntegro:
Estos últimos días Ingesa ha vuelto a ser noticia por dos temas que basculan entre el patetismo y el esperpento. En primer lugar nos encontramos con una situación de lo más habitual en cualquier hospital. La dirección de enfermería con unos criterios (sean más o menos acertados) toma decisiones con respecto a su ámbito competencial. Dicha decisión afecta a la organización de la planta y algunos profesionales muestran su disconformidad. Hasta aquí llegaría lo que entraría dentro de la normalidad. Sin embargo en Ceuta resulta que la directora de enfermería es además la mujer del director territorial. Y (como siempre que el nepotismo influye en la asignación de cargos) suceden estas cosas. La dirección de enfermería se ha mostrado autoritaria y se ha negado siquiera a tratar el tema a pesar de los problemas evidentes que su decisión ha tenido después de unos años aplicándose. Además de eso ha llegado a tratar coercitivamente a los profesionales que se mostraran en desacuerdo con sus decisiones y finalmente la situación ha desembocado en la dimisión del jefe del servicio de cirugía, el dr Fernández, un profesional querido y respetado unánimemente por todo el hospital. No sin antes ser acusado por la dirección de enfermería de falsear la realidad y desautorizar al resto de cirujanos. Lo que debía haber sido solucionado con diálogo y acuerdo ha finalizado con la dimisión de uno de los mejores profesionales de nuestro hospital y con el malestar de todo un servicio. Es lo que ocurre cuando una dirección de enfermería actúa desde la soberbia como ya nos tiene acostumbrados. Es vox populi que la directora de enfermería es la que tiene la última palabra en las decisiones que se toman en el hospital y es así por la sencilla razón de ser la mujer del director territorial.
Por otro lado el adjetivo esperpento es el que se nos viene a la cabeza cuando vemos como se le da la medalla al mérito de protección civil. Que se condecore al único director de toda España que se ha puesto la vacuna irregularmente indica que el nivel de exigencia ética en nuestra ciudad es nulo. Ya lo dijimos en su día “el rey está desnudo” y si en lugar de cesarlo lo premian lo que comienzan a inspirar es vergüenza ajena. Solicitamos a la delegada que acabe con esta situación tan grotesca. De hecho con el cese solventaría dos problemas en uno. Los dos que acabamos de exponer.
Caciquismo en estado puro.
Esta es vuestra democracia cargos que deberían estar cesados por incumplir la pandemia pero a ver cómo los echa tu cuando aseguren 4 años de legislatura, este es el rabo de la salamandra, tener que mantenerlos y no representan a los ciudadanos en ningún sector, elegí mejor las próximas votaciónes y ante la duda EN BLANCO.
Yo,aparte de la vergonzosa medalla auto concedida del señor Lopera, también lo propondría para una estatua en el hospital, pero no junto a la del Dr. Abdelkrin, este último era un trabajador incansable, sino en los garajes sombríos simbolizando la ineptitud de su gestión.