No es la primera vez que nos pronunciamos acerca del Pueblo Palestino.
Posiblemente no será la última.
El compromiso y el sentimiento con la causa palestina lo es con la causa social de un pueblo oprimido. Incluso desde la Asamblea de nuestra Ciudad Autónoma, y en el mismo sentido que el Gobierno de España, se han suscrito declaraciones institucionales sumándonos al conjunto de la comunidad internacional, rechazando, el año pasado, la decisión de Trump de trasladar la embajada de los Estados Unidos de América del Norte desde Tel Aviv hasta la ciudad de Jerusalén.
En este sentido, desde el MDyC consideramos estrictamente necesario que, para ayudar a los palestinos, optemos por hacer lo correcto y no lo cómodo, recordar y reivindicar luchas justas, por más que ello no garantice el éxito, tratar de ayudar en la medida de lo que podamos, pero al menos intentarlo y no resignarse o mirar hacia otro lado.
En nuestra infinita complejidad humana se encuentra la capacidad de afrontar lo más complejos problemas que nos acechan, podemos hacer más, no tiremos la toalla, no aceptemos la muerte de gente inocente y la expropiación de sus hogares, no seamos Palestina solo el 29 de noviembre, seamos Palestina hoy y siempre.