La compañía Cathelicopters lleva varios días sumida en la decisión de ofrecer ya o no ofrecer una fecha para el inicio de sus operaciones entre nuestra ciudad y el helipuerto de Algeciras y el aeropuerto de Málaga. Cuando el pasado día nueve entregaron toda su documentación en AESA confiaban que en cuarenta y ocho horas tuvieran la aprobación definitiva por parte de la Agencia Española de Seguridad Aérea.
Sin embargo, resulta que los días están pasando y no encuentran una luz al final del túnel. El mismo director general de la empresa catalana, Jorge Barrigón, estuvo durante la jornada del lunes y el martes por la mañana en Madrid entrevistándose con altos cargos de AESA y por lo visto no sabían muy bien cuándo podrían contar con todas las bendiciones oficiales.
Ello hizo que convocara una reunión de urgencia para ese mismo día por la tarde en su sede central de Barcelona para establecer, de acuerdo con sus directivos, una fecha exacta para ello. Esa era la idea que tenía en la cabeza, pero el no desplazamiento de algunos de sus más cercanos colaboradores desde Málaga, impidió que el martes por la tarde se tomara la decisión, por lo que se decidió el aplazamiento hasta el miércoles para una nueva reunión de urgencia.
Sin embargo, una vez que se analizaron todos los aspectos favorables y desfavorables a la definición de una fecha exacta imperó el paso de esperar mejor a que existieran otros condicionantes que pudieran establecer mejor el día exacto. Un portavoz de Cathelicopters señaló a este periódico de manera clara y tajante que ahora mismo la pelota está en el tejado de AESA y que ellos ya no pueden hacer más nada para comenzar las operaciones porque han entrado absolutamente todo lo que les solicitaron, una vez que les aprobaron las distintas condiciones que habían pedido. La decisión definitiva es esperar hasta que AESA se pronuncie.
Precisamente, el helicóptero que volará de nuestra ciudad al helipuerto de Algeciras y al aeropuerto de Málaga a lo largo de estos últimos meses ha sido sometido a distintas mejoras, dado que ha existido tiempo más que suficiente debido a las largas negociaciones entre Cathelicopters y la misma AESA.
Casi once meses de espera han transcurrido desde que Inaer anunció que dejaría de cubrir los vuelos entre Ceuta y el helipuerto de Algeciras y el de Málaga. Fue en el mes de febrero del año pasado cuando el presidente de la Ciudad recibió una carta de los propietarios de la empresa de helicópteros donde le indicaba su intención de decir adiós, después de más de tres lustros de enlaces aéreos con la península.
Las explicaciones que ofrecieron desde Inaer se centraban en que la compañía había abierto en los últimos años unos nuevos canales de negocios que nada tenían que ver con el transportes de pasajeros y que ellos estaba distorsionando su política comercial.
A partir de ese momento se iniciaron los contactos tanto desde la Ciudad como desde la Delegación del Gobierno con distintas empresa, puesto que Inaer tenía la intención en su primeros escritos de abandonar la explotación de la línea a finales del mes de marzo. A pesar de que pronto llegaron a Ceuta responsables de distintas compañías, lo cierto es que ninguna de ellas cuajó por distintas circunstancias, salvo en el caso de Cathelicopters, cuyos directivos sí han apostado por la ciudad.
La empresa reclamó varias reformas
La empresa catalana señaló de manera clara que necesita de una serie de reformas antes de comprometerse, entre las que se encuentra la permanencia de los rotores en marcha mientras se produce la subida y bajada de pasajeros con la intención de ahorrar combustible, además de la autorización de vuelos nocturnos, circunstancia que hasta entonces era imposible. El delegado del Gobierno hizo de intermediario entre AESA y Cathelicopters y en un principio, en el mes de junio se aceptaron las propuestas. Hasta el momento, y a pesar de las intensas gestiones, no se ha conseguido dar con la fecha en la que podrá recuperarse este servicio.