Después de terminar de platicar con Paolo me salí fuera. Estaba preocupado por Rocío. Verdaderamente no la conocía. Nunca había estado con ella de servicio. Y no sabía cómo podía reaccionar ante un imprevisto. Este come, come duro casi tres horas. Cuando la vi llegar muy tranquila hacia el hotel. Donde estaba yo. Me vino la vena de buen padre de familia y le dije:
- El que no haya aquí teléfono móvil me ha traído por la calle de la amargura. Espero que me traigas algo bueno.
La teniente con una sonrisa en la boca me empezó a explicar que la charla mantenida con Joao había sido bastante buena. Y que me iba a decir lo fundamental. Resulta que es un familiar de Sonia la niña de los caramelos y que en agradecimiento a lo que había hecho por ella estaba dispuesto a ser un esclavo. En todos los sentidos. Yo le he dado las gracias y 5 dólares. Ya que me ha prometido está tarde sobre las 6 en traerme a una persona que sabe mucho de los zombis vivientes y que está dispuesto a hablar. Además me ha informado que Ángel es muy amigo de María Polar y que tengamos cuidado con él.
Al decir esto desde la calle me dio una voz Ángel y me dijo si podía subir.
Como era lógico le dije que sí.
Antes que llegara a nuestra presencia le hice el comentario “éramos pocos y parió la abuela”.
Ángel se presentó, le ofrecimos zumo, café o ron. Prefirió el ron con coca cola. Le acompañamos también. Nos empezó diciendo: “Hoy habéis hablado con Joao no es de mucho fiar. Pero vengo para deciros que María Polar quiere hablar con vosotros. Es muy importante y desea que vengáis hoy mismo a partir de las 8 de la tarde”.
Estuvimos de acuerdo en la invitación. Quedamos en la puerta del hotel a la menos cuarto. Cuando se fue Ángel fui yo quien rompió a hablar. Tenemos mucho trabajo hoy. Esto me está gustando. Creo que podremos estar en los dos sitios ambos sino nos dividiremos.
Llegó las seis de la tarde y vino Joao con una persona bien vestida y que hablaba inglés. Yo estuve al quite al no conocer el idioma. Pero Rocío me tradujo posteriormente todo.
“Me llamo Jean llevo en esta isla más de 30 años. Vengo de Inglaterra pero me quedé aquí por una novia que me eché. Tenía 4 hijos, sólo me quedan vivos 2. Los hombres desaparecieron con un intervalo de 4 años los mismos que cuando cumplieron los 18. Desde entonces los estoy buscando más de 11 años desde el primer palo. Lo que puedo deciros que estos señores que secuestran a los muchachos son mafias. Buscan a gente fuerte. Se dice que para hacer trabajos de fuerza. Pero nadie es capaz de señalar a nadie. Aunque todos saben que hay gente intocables. Se escudan en los Santeros para ser más temidos. Todos les tienen mucho respeto y más miedo si se puede decir. Pero lo cierto es que hay algo por ahí para que no paren de raptar a hombres.
- ¿Sabes algo sobre alguien que haya vuelto?
- Conozco a un vecino que le apareció después de 5 años su hijo. La verdad que preferiría estar como yo ahora buscándolo. Son muñecos de adorno. No piensan, no duermen, no hablan y lo muy característico los ojos abiertos como platos.
- ¿Se sabe como pueden estar así? Es decir si le dan algo.
- Yo no soy profesional pero creo que algo le deben de hacer. Igual que te digo que las santeras deben de saber algo al respecto.
- ¿Has escuchado algún comentario que nos pueda ayudar?
- Más quisiera yo saber algo más para ir a buscar a mis hijos.
Le di las gracias conjuntamente con 5 dólares.
También le dio Rocío a Joao 10 dólares.
Este último prometió traer proximamente a alguien mas. Le dimos las gracias y se marchó no sin darle una rosa blanca a Rocío. Mis orejas se me levantaron nuevamente y creo que fueron los celos. Este pollo aunque en un principio vendría por los dineros también quería beneficiarse a mi compañera.
A los pocos minutos teníamos que estar abajo, en la puerta del hotel esperando a Ángel que puntual apareció. Nos llevó ante María Polar y está en francés nos dijo que ella había sentido en la ceremonia algo especial conmigo. Creía que tenía unos poderes ocultos que le podía ayudar a ella. Nos contó que la fuerza es una cosa que la tenemos innata en nuestros genes y que no se puede explicar lo que es. Y que yo le debería ayudar a ella a partir de ahora. Me preguntó por el tiempo que iba a estar por estas tierras y si podía venir a estar con ella. Debería de hacer algunos experimentos para ver el grado que tenía.
Yo la verdad crei una buena oportunidad para sacar información y lo que surgiera. Esto último no se lo dije a mi teniente como es lógico. La Santera podría tener los cuarenta y poco años como yo. Y la verdad tenía un buen ver.