A pesar de ser un auténtico emblema patrimonial que guarda tesoros históricos como un escudo que fue descubierto en 1999 por el área de Patrimonio de la Ciudad de Ceuta, el abandono en el que se encuentra el Castillo de San Amaro es más que evidente. Una situación que preocupa a personas como el presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera, quien contó a El Faro lo que significa esta estructura.
Se trata de uno de los lugares más emblemáticos de la bella norte de Ceuta. “Este lugar posee una gran importancia y significado histórico, porque justo por esta playa desembarcaron en Ceuta, el 21 de agosto de 1415, las tropas lusitanas que tomaron la ciudad. Justo pasado bastante tiempo, Ceuta experimentó un cerco muy importante, uno de los más prolongados de la historia, uno de 33 años, y justo conmemorando esa fecha de la toma portuguesa de Ceuta, el marqués de Valparaíso, conocedor de las intenciones del sultán Muley Ismail, pues inicia un ambicioso plan de refortificación de todo los puntos más vulnerables de la costa de Ceuta”.
Entonces el 21 de agosto de 1415 comienza, tal y como reza la inscripción en el escudo heráldico que se aprecia en la entrada del castillo, una construcción que se prolongó apenas ocho meses, debido a la premura y a los informes de un ataque inminente de las tropas alauitas. Así comenzó su historia, hoy empañada por el abandono y por la presencia de okupas.
“Es un edificio poliorcético de tipo abaluartado que estuvo artillado y ese artillado duró hasta mediados del siglo XIX y luego, a partir de esa fecha, el edificio se dedicó a otros menesteres, desde escuelas hasta almacén; también sirvió para alojamiento de personal militar y, bueno, pues así estuvo durante algún tiempo hasta que, como le ha pasado a muchos otros edificios de actividad militar, fue perdiendo su utilidad y entró en un proceso abandono”, explicó Pérez Rivera en un recorrido por la parte externa de la estructura, ante la imposibilidad que tuvo FaroTV de entrar en el castillo debido a la negativa de los okupas.
Este edificio, como muchos de los que forman parte de este Conjunto Histórico del Recinto del Hacho, fue declarado Conjunto Histórico a finales del año 1997. Pero a pesar de gozar de la máxima protección que contempla la Ley de Patrimonio, que es Bien de Interés Cultural, eso no ha impedido que haya sido invadido por okupas, sin importarles su avanzado estado de deterioro.
Pérez Rivera explicó que desde el mismo momento en que fue declarado Bien de Interés Cultural, tenía que haberse redactado un plan especial de protección de este elemento, “pero pasado tantísimo tiempo todavía carecemos de ese instrumento de gestión de fortificaciones, restos de murallas, que podemos ver a lo largo del litoral del Monte Hacho”.
También recordó que en 2015 hubo un incendio y se quemó toda la estructura interior, porque el techo y la segunda planta eran de madera y “ese abandono, esa ocupación ilegal, fue una de las razones por las que se quemó”.
Recalcó que eso ocurrió a finales del año 2015, pero que ahora, en 2021, “todavía la Ciudad que, digamos, se tomó la propiedad (el Ministerio de Defensa cedió la propiedad), todavía no lo ha restaurado”.
Contó que había proyectos de hacer un museo sobre las cuatro culturas además de distintas ideas, “pero al final ha pasado el tiempo y el castillo sigue en el estado en el que está, deteriorado, sin techo, y además, últimamente están las ocupaciones ilegales”.
Pérez Rivera insistió en que se trata de un edificio con un gran interés arquitectónico, además de una estructura que está ubicada en un punto de la costa de Ceuta con muchísimo significado histórico, por lo que “merecería la pena que la Ciudad realizara un proyecto de restauración, de adecuación, para darle un uso acorde con la importancia y también la protección legal que tiene como bien cultural”.
El castillo responde a un modelo de arquitectura militar que es propia de finales del XVII y durante el siglo XVIII que es el sistema abaluartado, un modelo que se puede encontrar reproducido en distintos lugares del perímetro costero del Monte Hacho. Lo conforman dos piezas, una rectangular que es la parte principal de lo que sería el fuerte, y luego una parte semicircular, lo que es el propio baluarte, para alojar la artillería de costa, además de una puerta que comunica a través de una rampa en recodo con la playa de San Amaro.
Bajando por la rampa del castillo también podemos observar el paisaje que lo rodea que tiene un interés. “Actualmente toda esta parte de la costa está ocupada con edificios, algunos de ellos de bastantes años”. Según el arqueólogo había un proyecto que se quiso relacionar con el sexto centenario de la conquista portuguesa de Ceuta, pero “por distintas razones no se llegó a poner en marcha”. Insistió en que sería interesante plantear un abordaje integral “que consistiera en recuperar el castillo pero también su entorno, reubicando en la manera de lo posible, todas estas edificaciones, recuperando además todo lo que es la parte de la playa porque forma parte de todo un conjunto paisajístico de enorme interés y belleza”.
Los problemas de conservación en el Castillo de San Amaro son notorios desde cualquiera de los puntos desde donde se mire. De acuerdo con Pérez Rivera, “la Ley de Patrimonio Histórico del año 85 de manera expresa prohíbe que se adosen edificios a este tipo de inmuebles como Bien de Interés Cultural”, pero esto no ha impedido que haya edificaciones alrededor que, evidentemente, están afectando a la propia contemplación del edificio, si se observa desde la playa, además de significar un riesgo para la propia integridad.
“Hay edificaciones que son antiguas, incluso anteriores a la propia declaración de Bien de Interés Cultural, pero sí que se ve que son edificios que están muchos de ellos abandonados y que haciendo uso de la ley se podrían expropiar algunas de estas propiedades abandonadas y recuperar, porque los edificios no solo hay que verlos en lo que es en planta, sino todo el entorno que está igualmente protegido”.
Al Castillo de San Amaro, una de las construcciones más antiguas que forman parte del Conjunto Histórico de las Fortificaciones del Recinto del Hacho, le hace falta una recuperación de todo el entorno del edificio, siendo este tan solo uno de sus tantos problemas. A la estructura le falta toda la cubierta de una de las piezas del fuerte, además le cuelga encima un cableado. Pero quizá entre lo más grave y que también está afectando a muchísimos edificios protegidos está la ocupación ilegal.
Detrás de esto, en este caso específico, estuvo el propio incendio de 2015 que arruinó el edificio, a lo que hay que sumarle el deterioro. “Creo que es urgente que se ponga en marcha algo que es una obligación legal, porque desde que se declara Conjunto Histórico, el Ayuntamiento de Ceuta estaba obligado a redactar los planes especiales de protección”. Esto, para hacer un diagnóstico sobre el estado en el que se encuentra la estructura y a partir de allí para planearse una serie de objetivos para su recuperación.
“No hay que olvidar que la ley reconoce el disfrute social de los ciudadanos de esos patrimonios y obviamente en este estado no se puede utilizar”. Dijo el arqueólogo que si Ceuta quiere apostar por el turismo como uno de los pilares de su economía, debe prestar más atención al Castillo de San Amaro.
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