La conferencia ofrecida este miércoles por el investigador Carlos Gozalbes Cravioto sobre ‘El castillo de los pescadores’, una fortaleza desconocida en la costa norte de
Marruecos, supone el punto intermedio a
estas XXIII Jornadas de Historia de Ceuta organizadas por
el Instituto de Estudios Ceutíes. Además, fue la última de las ponencias que se realizó únicamente vía online, puesto que las jornadas siguen este jueves también en formato presencial desde
la Biblioteca Pública ‘Adolfo Suárez’. Este investigador, durante su ponencia, explicó al detalle todo lo relacionado con la existencia del castillo, que estaría situado en la parte superior de Yebha. Gozalbes habló de varios asuntos, desde la zona en la que se encontraba hasta los pueblos de alrededor, pasando a mencionar, incluso, los distintos nombres con los que se conoció y con los que se hacía referencia en los mapas y textos.
Sería en los diferentes escritos, según indicó el investigador en su intervención, donde aparecerían los distintos nombres con los que se conoció el lugar en el que se encontraría ubicada esa fortaleza. Antes de la Edad Media aparecía el nombre de ‘Cobluca’, pero no sería hasta pasada la misma cuando empezara a conocerse como Cherchel. “Este lugar, durante el siglo XIV ya no aparecería como Cherchel, pero seguiría apareciendo en los mapas. En el siglo XVII, de hecho, solo aparecería con ese nombre en los textos y no en los gráficos”, apuntó Gozalbes.
Será en ese momento cuando el lugar en cuestión empezaría a utilizar el topónimo ‘punta de pescadores o punta y torre de pescadores’. El porqué “podría ser por simplificar la palabra ‘castillo’ por ‘punta’ y porque en el otro lado había una torre”, señaló. Sin embargo, no es lo más destacable de la ponencia ofrecida por este investigador, ya que trató otros asuntos.
Este castillo, en la actualidad y según indicó el propio Gozalbes Cravioto, “está injustamente olvidado”. Lo que se conoce de él y que, gracias a estas jornadas ha podido conocer más personas interesadas en la arquitectura y en la historia, es gracias a una serie de planos y gráficos en los que se ha basado este estudioso para hacer una proyección de ese castillo.
En esos planos, explicados perfectamente por el investigador, se pudo observar que esa fortaleza contaba con un antemuro que se utilizaba a modo de defensa, puesto que se encontraba justo delante de la puerta de entrada al recinto. Por otro lado, esa construcción contaba con tres torres en el frente sur, pero muy distintas entre sí -una redonda, otra cuadrada y una semicircular-. Además de esto, se ha podido saber que este castillo no era excesivamente grande, pese que “en algunos documentos se indica que se podía llenar con 200 hombres”, comentó Gozalbes.
Este investigador acabó su intervención haciendo una serie de conclusiones que resumían a la perfección todo el trabajo realizado en torno al estudio de este castillo. Por un lado, indicó que es probable que ya existiera el castillo sobre la población de Chercher, aunque no se le cita hasta 1504 y que su tipología fuese totalmente medieval, puesto que en los planos analizados no se ha encontrado ninguna torre esquinada. Por otro lado, esa fortaleza se adaptó a la perfección a la orografía del cerro en el que se localizaba, manteniendo una conexión directa con dos torres -una está localizada en el terreno-.
Para finalizar, señaló que no se trata de una construcción europea “por la existencia de un cerro que lo domina”, argumentó. Esa situación provocó que tampoco tuviese fáciles accesos directos al mar, lo que imposibilitó también que fuese conquistado por europeos.