El gobernador de la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas, hablaba este jueves de la creación en la ciudad de Castillejos, al norte de Marruecos, de una nueva zona comercial que reforzarse su transformación industrial para superar las consecuencias económicas del cierre, hace ya un año, del paso fronterizo con Ceuta. Mientras que el contrabando se había convertido en uno de los principales sustentos de la población de Fnideq (nombre marroquí de la ciudad) el gobernador de la zona manifestaba, en el contexto de una reunión sobre el estado de la prefectura, sus intenciones de llevar a cabo esta actuación para ver nacer un espacio comercial de unas 15 hectáreas.
Añadían informaciones locales que el estado contribuirá a la preparación y equipamiento, así como al proceso de construcción, siempre que los edificios sean alquilados en beneficio de las empresas industriales involucradas en estos esfuerzos.
A este respecto, el gobernador anunció la firma de contratos de inversión con tres grandes empresas: dos de ellas especializadas en el sector textil, y una tercera especializada en la industria alimentaria, destacando que posteriormente se anunciarán importantes inversiones en la misma zona industrial. También se ha anunciado la aprobación de nueve diseños de reestructuración para las ciudades de Martil, Rincón y Castillejos, ya que esta aprobación revitalizaría el sector de la construcción e inmobiliario en la región, y abriría horizontes de empleo. El medio marroquí Tanja24 estipulaba que para llevar a cabo esta obra desde el sector de la construcción habrían de ponerse en movimiento, aproximadamente, unas 15 profesiones distintas.
Inmediatamente después de la reunión las autoridades de la región fueron a inspeccionar el avance de los talleres de la zona de actividades económicas en Castillejos. Una iniciativa de la que esperan que se brinden nuevas oportunidades laborales, directas e indirectas. De esta forma el proyecto de la nueva zona industrial, si todo avanza según lo previsto, pronto verá la luz.