Amanece en Ceuta con nuevas oportunidades para ellos. Otros 14
menores extranjeros no acompañados, hasta ahora acogidos por la ciudad, dejaban atrás el litoral ceutí rumbo a un nuevo destino: Castilla La Mancha. En un barco que partía a las 6:30 horas desde
la Estación Marítima, estos jóvenes viajan ahora a la Península para continuar su travesía migratoria. Precisamente este lunes a primera hora,
otros siete navegaron hasta Cantabria por el mismo motivo. La saturación que en los últimos meses se ha vivido en
el centro de La Esperanza ha provocado que las comunidades autónomas se presten a distribuir por todo el territorio nacional a algunos de los jóvenes que hasta ahora permanecían en la ciudad. Las entradas de mayo intensificaron la presión en lugares que, como este, albergaban a los menores que llegaban del país vecino en situación de irregularidad. La única posibilidad que tiene Ceuta para intentar afrontar esta situación es contar con ayuda externa para que se lleven a cabo desplazamientos a la Península, quedando libres espacios y ofreciendo la posibilidad de desmasificar los recursos habilitados para tal fin. La idea es que conforme quedan plazas pueda favorecerse el traslado de estos menores adaptando los recursos de los que dispone Ceuta para asumir la carga extra que se produjo después de la entrada masiva de menores que tuvo lugar el pasado mayo, que se tradujo en el acceso de 1.200 niños y niñas de
Marruecos hacia nuestra ciudad. Después de que las naves del Tarajal quedasen destinadas únicamente a personas adultas, la Ciudad comenzó los procedimientos para trasladar a los jóvenes que allí permanecían hasta las instalaciones de Piniers. La nave en la que permanecían los menores se comenzará a utilizar como un nuevo albergue de emergencia para marroquíes adultos. Todas estas actuaciones forman parte de los intentos por gestionar las consecuencias de la particular situación de Ceuta, ciudad fronteriza con todo un continente distinto.