En pocos días hemos asistido atónitos a la constante presencia del alcalde (presidente/alcalde) de Ceuta en los medios de comunicación local. Resulta más que evidente que se trataba de comenzar con la campaña electoral que se avecina larga, dura y como siempre cargada de acritud y discordia partidista. Por nuestra parte, y especialmente ante el discurso de navidad y las reiteradas intervenciones publicitarias en la prensa, nos gustaría comentar algunos aspectos generales sobre todos estos años en las que el señor Vivas ha ejercido el poder municipal en Ceuta. El título de esta colaboración es elocuente sobre lo que pensamos que han sido todos estos años que ha comandado la nave del consistorio el Partido Popular, sin embargo antes de entrar más en materia queremos hacer unas reflexiones acerca de lo comentado recientemente en la prensa por el actual alcalde de la ciudad.
Después de años en el poder indica nuestro dilecto e inflamado alcalde que se ha dejado la piel por Ceuta. Acaso un poco exagerado, la piel, la piel no parece que sea lo que se ha estado dejando nadie de su gobierno a juzgar por los escasos logros obtenidos a pesar de contar con los recursos del estado y tantos años de gobiernos presididos por M. Rajoy. Más bien nos parece que la piel se la dejaban aquellos que luchaban hace poco más de un siglo por abolir el penal. Si supieran que hoy en día hay un alcalde que ha promocionado la Ceuta del diecinueve con el nuevo y enorme recinto penitenciario. Pensamos en personas del estilo de Antonio Ramos y Espinosa de los Monteros y algunos más de su época. Traer o aplaudir un penal en Ceuta es muy mecanicista, tanto como la farragosa, absurda y vacua burocracia que nos asfixia y a la que bien nos somete el alcalde actual. Llama poderosamente la atención en sus discursos la presunta solicitud de ayuda viniendo de un político que claramente presume de conocer perfectamente su ciudad y que practica la indiferencia ante las muestras de apoyo de la ciudadanía, al menos con aquellos críticos con su falta de planteamiento y política ambiental para Ceuta. Desde luego, una persona dada a la concordia no le tiene tanto apego al poder y deja paso a otras en un lógico reemplazo generacional. Por otra parte, si realmente pensara en la concordia, hubiera intentado formar gobiernos de concentración y no de confrontación política de los buenos contra los malos en el ayuntamiento, intentando convencer de la conveniencia de compartir el poder municipal en una ciudad de delicado equilibrio sociocultural. Un político de concordia procura el equilibrio religioso y no antepone el carácter cristiano y la historia portuguesa de la ciudad al resto de sus ciudadanos no cristianos, de los que desea sus votos, pero no su integración real y plena. También debería ser un político laico en sus actos oficiales y no tener veleidades promocionales con las cofradías de una confesión religiosa en concreto. No nos parece que haya mucho equilibrio religioso en el partido del alcalde, con toda esa última parafernalia cristiana del diputado electo por Ceuta en Madrid. El endurecimiento del discurso del nuevo líder del partido popular contra la fiesta del borrego y las costumbres “no españolas” olvidando los ocho siglos de historia musulmana-europea en suelo ibérico y recordando fatalmente de forma infantil y muy ignorante una sublimada historia de la exploración y conquista de América.
Graciosamente, solicita muy solemnemente como hace casi siempre el amable señor Vivas que aunemos esfuerzos y le ayudemos a afrontar los nuevos retos estratégicos del futuro de Ceuta, que parece pivotar en este discurso de navidad sobre dos aspectos fundamentales que necesitan solventar carencias: el puerto y la frontera.
Al parecer, según él, estas infraestructuras son la palanca para el desarrollo económico de nuestra ciudad y deben ser muy tenidas en cuenta por la Unión Europea. Y esto último es lo que realmente interesa al alcalde, la captación de fondos europeos para cubrir con más hormigón armado nuestro territorio y es posible que incluso quiera continuar cubriendo fondos marinos con todo tipo de inmundicias, como ocurrió con el último relleno portuario, que se encargó el ayuntamiento de “dirigir” ambientalmente bajo su mandato político. Si verdaderamente le interesara a nuestro alcalde desarrollar el puerto comenzaría con el aprovechamiento de las infraestructuras existentes y su modernización sin necesidad de construir necesariamente nuevas. Además, no hubiera consentido la dejación en las infraestructuras de la petrolera que tantas fugas de crudo ha provocado en el puerto de Ceuta; desde luego, archivar la denuncia no ha sido lo más noble que ha hecho J. Vivas después de que esta petrolera provocara el mayor incidente que hemos tenido en duración y cronicidad. En este desafortunado incidente solo le resta promocionar al principal responsable o responsables del abandono de sus infraestructuras de abastecimiento a la medalla de la ciudad por ser guapo y tener dinero. Además hablando del puerto, si realmente creyera que es importante como infraestructura de futuro acaso habría acelerado la puesta en funcionamiento del museo del mar para ofrecer cultura marina, marinera y marítima tanto a paisanos como a turistas que nos visitan. De todos modos, esto de marinera ya no está en el ideario del alcalde que lo ha cambiado sorprendentemente por el adjetivo “mágica” que es paradójicamente uno de los más utilizados en nuestros legados publicados semanalmente en el decano de la prensa ceutí; es típico de la mente mecanicista utilizar palabras que no entiende esencialmente (en cualquier caso no hay nada de magia en plantar maceteros por doquier y convertir San Amaro en una exposición de materiales de construcción mientras se abandona el territorio a su suerte). El museo del mar no obstante, es un lugar donde los jóvenes ceutíes talentosos en los temas de investigación marina dentro del ámbito de las ciencias naturales y la arqueología pueden prosperar aprendiendo y disfrutando de una infraestructura poco común y con colecciones de referencia científica. De hecho, ya hay dos jóvenes formándose pero, desde luego, no cuentan con el apoyo de su ayuntamiento para progresar, pues como era de esperar las inversiones del municipio van por el lado de favorecer a los foráneos promocionados por un miembro de su partido que ocupa uno de los sillones en los plenos municipales.
Con respecto a la frontera y su polígono comercial (no se puede calificar de industrial) es una de sus ideas, impulsadas desde la empresa municipal para el progreso de Ceuta. Un auténtico “sin dios” comercial que no ha sabido ordenar, gestionar, enderezar, mejorar, etc. Ahora quiere que se solucionen los problemas que la demografía causa en la frontera por la acumulación de vehículos y cabría preguntarse que clase de economista es nuestro alcalde que no prevé estas cuestiones demográficas a largo plazo y es más, cual es el alcance de su influencia y peso político para no llegar a conseguir el dinero necesario para las necesarias mejoras durante los años de M. Rajoy. Debo reconocer que me puede el sentimiento mozárabe y tengo que indicarle que puedo estar de acuerdo en la importancia de la frontera, pero poniéndola en perspectiva real con Marruecos y África del norte. Si hubiera tenido un poco de sensibilidad hacia África del norte, viajaría frecuentemente por Marruecos y que menos que hablar la lengua árabe tan importante en el territorio; seguro que habría impulsado el aprendizaje del árabe como segunda lengua como le han solicitado, una lengua antaño estudiada eficientemente en nuestra ciudad. Con una mentalidad avanzada habría pensado en la creación de una institución de cultura y desarrollo africano que nos uniera a todos más como pueblo con raíces europeas y africanas indisolubles y proyectara la ciudad hacia África que es su verdadera originalidad en el contexto europeo y español. La creación de un foro de estas características y no de instituciones carcas a las que tanto nos tiene acostumbrados hubiera impulsado encuentros entre intelectuales e incrementado las artes y las ciencias en general, con amplia visión del mundo africano norteño. Quizá se podría haber hecho más por la Ceuta del futuro que con todas sus subvenciones a cuestiones tan inútiles como electoralistas.
Por último, la visión de la democracia de nuestro alcalde es escasa y nada avanzada y además todo pasa por consolidar una administración municipal endeudada que regala sueldos abusivos y una ciudad con usos claramente insostenibles y artificialmente mantenida. Nuestro alcalde no siente disgusto aparente ante la intransigencia y la inseguridad jurídica o de lo contrario su consejería de medioambiente contestaría los escritos pasados por registro desde hace años. La participación ciudadana está vetada en sus consejerías para nosotros y otros muchos, ignorando a quienes podemos aportar algo al progreso de la ciudad. Finalmente, referirse a la estabilidad de Ceuta como un acto de patriotismo y en el vivir por y para España parece sacado del diario de la guerra de África en la que los militares que se jugaron la vida habían jurado su lealtad a la bandera como tantos otros hoy en día de los que trabajan en nuestra marinera/mágica ciudad. Desear seguir en el poder aumenta su inmadurez política al pensar que es alguien de verdad imprescindible en un planeta de tantos miles de millones de simios y además le resta tiempo para sentir ciertamente la magia de Ceuta y aprender finalmente, sacando de su subconsciente aquello que de verdad hace de nuestro territorio un lugar mágico.
Como siempre un buen artículo de mis admirados amigos de septem nostra, pero lamentablemente tenemos unos políticos que no nos merecemos, tanto del Gobierno como de la oposición, un j. Vivas atontado, egoísta, materialista y cargante de proyectos,una ciudadanía en gran parte inculta, incívicos y RACISTA y un futuro muy,muy, Negro