El Área de Menores de Ceuta mantiene un compromiso “escrupuloso” con el cumplimiento de la legislación vigente a la hora de documentar y atender tanto a los niños migrantes solos que acoge como a los jóvenes que alcanzan la mayoría de edad bajo su tutela. En lo que va de año han cumplido los 18 años en esa situación 108 (y otros 21 por el resultado de pruebas de determinación de edad) que han dejado ‘la Esperanza’ con permisos de residencia con una media de 14 meses de vigencia.
La práctica totalidad tiene proyectos migratorios “sólidos y bien definidos” al otro lado del Estrecho, aunque unos pocos optan por quedarse en la ciudad (sobre todo si tienen familiares o amigos) y algunos regresan a Marruecos.
La administración no solamente ayuda a los chicos a trasladarse a sus futuros lugares de residencia (Madrid y Barcelona son más habituales, pero también Sevilla, Córdoba, Bilbao, Valencia, Málaga...), sino que tiene distintos instrumentos para dar respuesta a las situaciones de vulnerabilidad que se pueden dar.
Así, la Ciudad cuenta con dos pisos de emancipación (uno para varones y otro para féminas) para jóvenes extutelados con independencia de que sean o no extranjeros no acompañados que gestiona Cruz Roja como “espacios de alojamiento y convivencia que permiten a los jóvenes definir y consolidar su proyecto vital, de forma que, a corto y medio plazo, puedan incorporarse a la vida social de forma autónoma e independiente, acompañándolos en su proceso de inserción socio laboral y de vida independiente”.
La entidad pública también firmó en mayo del año pasado un protocolo con la Fundación Raíces que trata de impulsar el programa ‘Empleo Conciencia’ con el propósito de “favorecer la plena y efectiva inclusión sociolaboral de los menores no acompañados al cumplimiento de su mayoría de edad y en su transición a la vida adulta”.
Con dicho programa se trata de asegurar la continuidad de sus itinerarios de inserción sociolaboral una vez abandonan el sistema de protección, evitando así situaciones de exclusión una vez cumplen la mayoría de edad”.
Además, la Ciudad colabora con ‘Voluntarios por el Mundo’, asociación que tiene su sede en Jerez de la Frontera, para incluir a jóvenes extutelados en Ceuta en un programa que tiene una permanencia máxima de dos años prorrogables según las circunstancias específicas de cada uno. En ese tiempo se intenta incorporarlos al mercado laboral, generalmente durante las campañas de recogida de frutas y verduras con toda la documentación de residencia y trabajo en regla.
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