El Real Club Náutico CAS, entidad sin ánimo de lucro, podría desaparecer en los próximos meses si no recibe el apoyo necesario de la Autoridad Portuaria de Ceuta para poder contar con una rampa de salida directa al mar que evite que tenga que seguir pagando un canon a Mahersa que ahora, además, se ha disparado a los 19.000 euros para poder disponer de esa salida al agua en el puerto deportivo.
Usuarios del Real Club Náutico CAS han hecho saber a esta redacción la complicada situación a la que se enfrenta esta entidad. Un club con algo menos de 200 socios en donde se lleva a cabo gran parte de la actividad náutica de recreo de la ciudad, como cursos de vela, escuelas de verano infantiles, campeonatos, regatas, buceo, jet ski, etc., y que podría dejar de existir en los próximos meses si no se remedia.
Hasta la fecha el CAS venía pagando a Mahersa un canon de 12.000 euros al año por el alquiler de los terrenos utilizados donde se ubica el puerto deportivo pero, al acabarse ahora el contrato, esta les informó de la decisión de subir el precio del arrendamiento hasta 19.000 euros, una cuantía que deja al club contra las cuerdas ya que no se trata de una entidad que tenga beneficios, sino que se dedica al desarrollo de la actividad deportiva sin fines de lucro y el dinero para pagar este importe sale, sobre todo, de las cuotas de los socios y el cobro de los servicios prestados como taquillas, depósito de piraguas o amarres de motos, entre otros.
El objetivo del club es conseguir que se les conceda un acceso directo al agua, ya que Ceuta no cuenta con una rampa varada pública y el CAS tiene que usar la que se encuentra en los terrenos concedidos a Mahersa, por lo que no puede dejar de abonarle el importe ya que no tendría sentido tener un club náutico que no tiene salida al mar. Algo que es llamativo si se tiene en cuenta la actividad que en este lugar se desarrolla.
Sin embargo, mientras esto se pone sobre la mesa y se intenta conseguir el acceso, algunos socios han transmitido su malestar por la noticia de la subida de la cuota a los usuarios de motos de agua. Según explican, los socios pagaban, hasta ahora, 25 euros al mes por pertenecer al club a los que había que sumar la cuantía de otras prestaciones, si se tenían, como el de las motos de agua, por ejemplo, por el que se abonaban otros 25 euros. A partir de ahora el importe para los dueños de motos náuticas pasa a ser de 45 euros, teniendo que pagar un total de 840 al año. Una cuota que, aun siendo más baja que la que se cobra en otros lugares, los socios no ven con buenos ojos.
El malestar es, por lo tanto, general ya que este incremento hace prever la llegada de bajas en las filas de un club que necesita a sus integrantes para poder seguir abonando los 19.000 euros que indica el nuevo contrato firmado. Una factura, que, al parecer, se extenderá durante 2022, pero que, según informan los socios, podría no alargarse más tiempo, poniéndosele el candado al CAS si no se consigue una solución a este problema en un corto periodo de tiempo.
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