Una y otra vez Amgevicesa queda en evidencia ante la ciudadanía ceutí por sus actuaciones contra la legalidad en las que siempre buscan como aliado a la mayoría sindical de su comité de empresa, que, como buenos estómagos agradecidos, son serviles y avalan las decisiones empresariales sin rechistar, aunque con ellas se perjudique gravemente a quienes dicen representar.
El atropello que se ha cometido con quienes aprobando la oposición han sido obligados a aceptar un contrato fijo discontinuo, diferenciándolos y discriminándoles con respecto al resto de aspirantes que igualmente superaron la prueba de acceso al empleo público, cuando en las bases de la convocatoria en ningún lugar aparece la figura de los contratos discontinuos es una nueva muestra del despotismo que se maneja en esta empresa.
CGT ya está en contacto con el colectivo de afectados por el tocomocho de los contratos fijos discontinuos y dejamos claro que la cosa no va a quedar así.
Igualmente, desde CGT se están adoptando medidas legales frente a los abusos en los turnos que se les están implantando en las playas y las condiciones laborales que se les imponen muy por debajo de las mínimas establecidas en la ley de Prevención de Riesgos Laborales y en el RD 486/97 que regula las líneas rojas que no se pueden cruzar en los lugares de trabajo, algo que también parece no importar a los gestores de Amgevicesa y mucho menos a quienes deben, desde el comité de Seguridad y Salud velar por la integridad física, psicológica y vital de las trabajadoras y trabajadores.
Sin duda el trato discriminatorio que están sufriendo los fijos discontinuos, atentatorio contra el art 14 de la Constitución no va a quedar así y tendremos pronto noticias de como evolucionan las acciones legales.
Cualquier ciudadano o ciudadana no necesita tener muchos conocimientos para poder discernir el atropello que se está cometiendo contra estas personas a las que se les niega el agua potable en su puesto de trabajo, el acceso a un baño para cubrir sus necesidades básicas, se les obliga a realizar jornadas por encima de las estipuladas en el convenio colectivo y encima mientras tienen limitada su permanencia en la empresa observan como el personal contratado eventualmente tiene contratos superiores en el tiempo a quienes se han ganado por oposición ser parte de la empresa y se les trata como las “chachas de Amgevicesa” .
El botón de muestra vuelve a hacer saltar las alarmas cuando la empresa es conocedora de que la Inspección de Trabajo de Ceuta ya tiene en su poder distintas denuncias al respecto y se empieza a mandar con urgencia a los capataces por las playas para recabar de modo inminente que la gente que presta servicio en ellas firmen en blanco y den su consentimiento a unos turnos impuestos y en un documento con varias opciones en el que ya aparece marcado de fábrica el turno con una X como prueba de conformidad y aceptación voluntaria, una práctica propia de las conocidas mafias sicilianas.
Oportunamente, desde CGT iremos informando del desarrollo de un partido que acaba de comenzar y que debiera terminar con el cese fulgurante de quienes orquestan estas tramas ilícitas en el ámbito de lo público.