Ayer (por el miércoles) el presidente del Gobierno Pedro Sánchez fue protagonista de algo inédito en la política española; me permitiré resumen de la misiva epistolar que dejó mudo a los más parlanchines. Las noticias de las guerras, matanzas y campañas electorales se opacarán en un ostracismo causado por las circunstancias. Ahí va la epístola presidencial: “Un juzgado de Madrid ha abierto diligencias previas contra mi mujer, Begoña Gómez, a petición de una organización ultraderechista llamada Manos Limpias, para investigar unos supuestos delitos de tráfico de influencias y de corrupción en los negocios. Los medios de marcada orientación derechista y ultraderechista están realizando una operación de acoso y derribo hacia mi persona, hacia mi gobierno y hacia mi mujer. Esta estrategia de acoso y derribo ha sido apoyada y aplaudida por el Feijóo y el Sr. Abascal; ambos son colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias. Se trata de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa. El Sr. Feijóo y el Sr. Abascal, han puesto en marcha lo que el gran escritor italiano, Umberto Eco, llamó “a máquina del fango”. Esto es, tratar de deshumanizar y deslegitimar al adversario político con denuncias falsas. ¿Merece la pena todo esto? Sinceramente, no lo sé. Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa. Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día si y día también. Necesito parar y reflexionar. Me urge respondeme a la pregunta de sí merece la pena continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor. Todo ello me lleva a decir que seguiré trabajando, pero que cancelaré mi agenda pública unos días para poder reflexionar y decidir qué camino tomar. El próximo lunes, 29 de abril, compareceré ante los medios de comunicación y daré a conocer mi decisión.” Toca esperar al lunes para que Pedro Sánchez se dirija de nuevo a los españoles. Este terremoto político ha provocado un posicionamiento de urgencias de todas las partes. El partido socialista ha cerrado filas y manifestado su solidaridad incondicional; su grito ha sido unánime: tomemos las calles, saturemos las redes sociales, mandemos whatssaps a diestro y siniestro para colapsar a la carcundia. Los partidos independentistas que sostienen al gobierno han brindado su apoyo sin dejarse la piel, más bien con la boca pequeña, pues ellos van a lo suyo: amnistía, referéndum, independencia. El PNV vende sus votos siempre y cuando el PSOE se los compre en el País Vasco. Zapatero se ha puesto su traje de gladiador e incluso García Paje ha dejado de ser crítico en estas lides. ¿Qué pretenderá Pedro? ¿Estará escribiendo la segunda parte de su “Manual de resistencia”? ¿Se habrá ido a comprar más conejos para sacarlos de la chistera? ¿Estará estudiando a Houdini para ejecutar un escapismo que nos deje con los ojos a cuadros? Esto no lo sabremos nunca, es posible que lo haya compartido con su esposa aunque tengo la sombra de la duda. Lo que me descoloca son los cinco días de reflexión para que la fumata blanca o negra anuncie al mundo el habemus Papa. Yo soy Rojo, crítico, libertario, librepensador, filósofo de la sospecha y nada disciplinado con las directrices que debes acatar. Este Caleidoscopio es ilustrado y busca la mayoría de edad al haber abandonado la pereza y la cobardía. Ahí van mis consideraciones sobre el meoyo de la cuestión: No he oído a Felipe González ni a Alfonso Guerra decir ni pío y eso mosquea un poco. Intento pensar la jugada maestra de Pedro Sánchez. ¿Buscará cerrar filas? ¿Se someterá a una moción de confianza para conseguir los mismos apoyos que en la sesión de investidura? ¿Prepara munición a espera de los resultados de las elecciones catalanas? ¿Reforzará el liderazgo por si surgen algunos varones golpistas?¿Avisará a los jueces de las consecuencias de sus decisiones? ¿Nos recordara que el gobierno progresista está en las fauces de la derecha? Un juez admitió a trámite una chapuza de manos limpias, los fiscales han desautorizado al juez y la demanda será archivada y Begoña salvará el honor mancillado por acusaciones no demostradas. Pero, ¿Qué es lo que tiene que pensar el presidente? ¿Pretende que a su paso todo sean vivas, aleluyas, aplausos y vítores? Es complicado creer que uno tan avezado como Sánchez pueda sentirse herido en su honor porque de peores ha salido airoso y reforzado. ¿Será el amor que le profesa a su esposa la clave de lo sucedido? Veremos el lunes; pero, haga lo que haga, decida lo que decida, no puedo comprender cómo un capitan abandona su barco para reflexionar sobre la tormenta. En el twitter sigue la sangría; ahora mismo leo esto: - “No pactaré con independentistas” - “No pactaré con Bildu” - “No habrá indultos” - “No habrá Amnistía” - “Estoy profundamente enamorado de mi mujer” Begoña, vete buscando un abogado matrimonialista. ¡Qué mala es la gente!
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Un poco largo el comentario, después de sesenta y tantas horas con más de 20 párrafos.
El que mola cantidad se refiere a las "consideraciones sobre el MEOYO de la cuestión".
No sabía que fuera tan importante la hiperuremia...