La lluvia constante y la ausencia de vigilancia en el lado marroquí han propiciado
la entrada en Ceuta de casi medio centenar de personas en su mayoría por vía marítima. En uno de los casos
la Guardia Civil ha interceptado a la carrera a dos inmigrantes que, enfundados en trajes de neopreno, pretendían la escapada tras bordear a nado el espigón de
Benzú.
Varias patrullas que se encontraban en la carretera procedieron a intervenir frenando la carrera de estos dos jóvenes que, ya desde que se encontraban en el agua, no querían acercarse a los arenales al ver la presencia de los agentes. Ambos han sido introducidos en vehículos del Instituto Armado para su identificación en la
Jefatura Superior de Policía. Esa es la clave también, verificar ahora su identidad para conocer por qué optaron por la escapada tras dejar el mar.
El temor a una devolución es lo que lleva a estos jóvenes a intentar escapar, pero es algo que deben corroborar las fuerzas de seguridad porque se han topado con otros casos en los que hay personas que tienen a sus espaldas órdenes de busca y captura
en su país de origen. Marruecos lleva varias semanas admitiendo a algunos de los inmigrantes que llegan a Ceuta, aunque lo hace de forma gradual sin que se acepten devoluciones inmediatas en grupo. En algunos de esos casos nada más ser entregados en la aduana proceden a su detención.
En los arenales de Benzú quedaban flotadores y chalecos de las entradas registradas esta pasada madrugada de manera constante. Además de marroquíes también en las últimas horas han cruzado subsaharianos por la valla que, en algunos de los casos, han llegado heridos. Han manifestado ser menores de edad en un principio, cuando eran atenidos por el ERIE
de Cruz Roja, pero luego en la constatación de su identidad en la Jefatura Superior han indicado que superaban los 18 años.