La empresa TRACE y la limpieza de Ceuta volvieron a ser ayer de nuevo motivo de debate en el Pleno de la Asamblea a raíz de una moción presentada por Caballas para que se le abriera un expediente informativo a la adjudicataria del servicio de limpieza en la vía pública y recogida de basuras.
No lo consiguió, pero sí arrancó el compromiso del presidente de la Ciudad y del consejero de Medio Ambiente de que en breve se va a reunir a la comisión informativa de Medio Ambiente para “poner encima de la mesa” las cuentas del contrato y saber cuál es la razón por la que, a pesar de la modificación al alza de la adjudicación un 10% (1,7 millones de euros más al año) no se consigue en Ceuta un nivel óptimo de limpieza. Incluso Emilio Carreira reconoció que el servicio es “mejorable” , admitió implícitamente que es deficitario a pesar de todo y que tiene “disfunciones”. Y entre estas disfunciones, una que llamó la atención al admitir que en TRACE falta “especialización” y que por eso, ve necesario que haya “un cambio de accionariado” de la empresa, algo en lo que dice se lleva trabajando “tres meses”. En TRACE, que es la UTE formada por la empresa ceutí ACC y la almeriense Hermanos Lirola, falta especialización “y es mi obligación decírselo a la dirección de la empresa”, a la que el consejero le recrimina no haber contado con alguien que ya hubiera trabajado con anterioridad en el sector. “No hemos tirado la toalla y si con todo el esfuerzo que estamos haciendo se consigue que el servicio se normalice y se parezca a lo que había antes lo habremos logrado, pero es necesario un compromiso de especialización y una organización del trabajo razonable”.
“En breve nos reuniremos y llamaremos también la empresa, los directores facultativos del contrato y los servicios de control para lograr una solución que sea satisfactoria para todas las partes”, añadió el consejero, que también atribuyó a un convenio colectivo demasiado “exigente e incompatible” con el contrato, y la “escasa” conciencia medioambiental de los ciudadanos el hecho de que, hoy por hoy, Ceuta esté mas sucia. En este sentido explicó por ejemplo que, con el actual convenio “la mitad de la plantilla se va en verano de vacaciones que es cuando más nivel de exigencia se requiere en el ámbito de la limpieza”, añadió. O que se da la circunstancia de que en invierno, que llueve mucho y hay que baldear menos “tenemos el doble de trabajadores que en verano”.
Aboga por encontrar un punto de “conexión” y complicidad” que permita conciliar los derechos laborales con las necesidades del servicio y recordó que los directores del contrato eran partidarios de contar con menos personal y más maquinaria, “pero nosotros seguimos pensando que hay muchas zonas de Ceuta que requieren un trabajo manual”, añadió. Además está el compromiso del Gobierno de la Ciudad con el mantenimiento de los empleos y salarios, “y por eso apostamos por una modificación intermedia que combina tecnificación con mano de obra”. También cree Carreira que en la opinión pública hay una confusión “a veces interesada” respecto a las competencias del contrato. es decir, lo que los trabajadores de TRACE tienen que hacer de acuerdo al pliego de condiciones. “Mañana cualquier ciudadano ve un vertedero ilegal y no sabe que ese no es cometido de TRACE, como tampoco vaguadas jardines o parterres”, expuso como ejemplo.
“Hay que aceptar la realidad: La ciudad está visible y palpablemente sucia y esa situación no encuentra una respuesta adecuada en el Gobierno”, le reprochó Aróstegui quien no se explica que, por ejemplo, desde el viernes a mediodía hasta el lunes “no haya ningún controlador activo” de la Ciudad para conocer si TRACE efectúa las tareas encomendadas. “No saben si los servicios se prestan o no”. El diputado de Caballas también afeó al Gobierno que no tenga “interés” en explicar un contrato “que ya está en 17 millones de euros y que tiene a la ciudad en un estado de limpieza francamente mejorable”.
Para Aróstegui el expediente informativo obedece a la necesidad de “deducir la situación con exactitud”, conocer “por qué hay recortes de plantilla” y a dónde van a parar los 17 millones de euros que se le pagan a la contrata.
En el debate intervino también la diputada del MDyC, Fatima Hamed, para quien Carreira había anunciado “la vuelta de Urbaser” y le acusó de afanarse por “contentar” a determinados empresarios. Abogó por rescindir el contrato, algo que Caballas consideró un “farol” poco creíble y le conminó a presentar la propuesta en el próximo Pleno. También el presidente Vivas le negó trato de favor sobre algunos empresarios “y si tiene alguna prueba dígalo públicamente o váyase a los tribunales, pero no nos ponga de delincuentes”.
Menos trabajadores surrogados al contrato que en 2013
Según los datos aportados en el Pleno por Aróstegui, en la actualidad TRACE cuenta con 32 trabajadores surrogados menos que en 2013 y el pasado mes de junio había “14 menos que en les de mayo. Invertimos más pero cada vez hay menos trabajadores y eso merece una explicación”, infirió el diputado que también critica que la empresa obtenga un beneficio adicional al no sustituir o cubrir las vacaciones. Sin embargo, el consejero de Medio Ambiente entiende que el número de trabajadores “no define” la calidad del servicio, por lo que no lo considera un “índice significativo” para definir la prestación del servicio.