Carreira indica que Marruecos debe impedir que sus nacionales “carguen como bestias” en la frontera

Difiere con Aróstegui en la validez del delegado para solucionar el problema del Tarajal

Duras acusaciones entre Gobierno y Caballas nuevamente por el tema del Tarajal. Todo vino como consecuencia de una propuesta realizada por el partido de la oposición para que se trasladaran las naves que están al lado del Tarajal II a la zona de ampliación del puerto y que ello permitiera la posibilidad de ampliar el paso fronterizo.

Aróstegui: "El Gobierno nos está tomando el pelo"

Juan Luis Aróstegui, portavoz de Caballas, dijo que el Gobierno les estaba tomando el pelo porque han pasado cuarenta días desde la reunión que se produjo en la Delegación del Gobierno con empresarios y sindicatos para tomar una serie de medidas y que todas ellas se han incumplido.

Dejó claro tres puntos sobre esta cuestión: que el delegado del Gobierno no vale para resolver el problema, que si no se abre otro paso no se arregla el problema y que no queda más remedio que poner más medios humanos y técnicos para dar mayor agilidad a la frontera.

Insistió en la necesidad de trasladar a las naves y en que “esto está en nuestra mano".

O reaccionamos de manera rápida o condenamos a esta ciudad. Si queremos que seamos un Peñón de Alhucemas gigante vamos por el buen camino”.

También analizó que el mismo delegado dice que no se pueden tener tres carriles abiertos en la frontera porque no hay personal.

Carreira, sobre la frontera y Marruecos

Por su lado, el portavoz del grupo parlamentario popular en la Asamblea, Emilio Carreira, comenzó su disertación defendiendo al delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull.

“Queremos que continúe siéndolo, pero culparle de todos los males es injusto porque es un problema que afecta a dos gobierno y no a uno solo”.

Insistó en que se trata de un problema social y de nivel de renta, “pero resulta que hay empresarios que no son de Ceuta, con testaferros aquí que hacen la competencia al Reino de Marruecos en su economía, a través de un contrabando nauseabundo”. Añadió que contra ese tipo de comercio se estaba luchando.

Por otro lado, también recalcó que “cualquier país moderno impediría que sus nacionales tuvieran que cargar como bestias para enriquecer a otras personas que también son de allí”.

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