{jaimage crop="TC" /}El consejero de Hacienda, Economía y Recursos Humanos, Emilio Carreira, volvía a insistir ayer en que el "comercio del fardo sostiene más los intereses de Castillejos que los intereses de Ceuta".
Sobre este particular aludió a que en nuestra ciudad prácticamente no creaba empleo, pero que, sin embargo, sobre todo en la zona de Castillejos eran miles de personas las que, de una u otra manera, tenían su 'modus vivendi' en el transporte de estos fardos al otro lado de la frontera. A pesar que aludió a que sostiene más los intereses en el Norte de Marruecos, igualmente reconoció que "tampoco queremos ningún estallido social en nuestra zona de influencia al otro lado de la frontera y es una cuestión que ustedes que lo habrán escuchado decir en muchas ocasiones".
Esta respuesta del consejero y máximo responsable de la Hacienda de nuestra ciudad venia motivada a una pregunta en cuanto a que si entendía que la bajada del precio del fardo en los últimos dos meses venía motivado por el incremento de la presión contra el fraude que la Ciudad Autónoma inició en la zona de la salida de los ferrys a mediados del mes de noviembre.
A finales de octubre se celebró un Consejo de Gobierno, donde con posterioridad fue el mismo Emilio Carreira, el que transmitió a los medios de comunicación que se habían adoptado una serie de acuerdos que tenían como objetivo primordial el ayudar a que la situación que se vive desde hace meses en los polígonos del Tarajal se condujera de una manera más sosegada. Pues bien, una de esas medidas era el incremento de la lucha contra el fraude en todo el comercio que se puede considerar como ropa usada o ropa nueva procedente de países como China. Los estudios que manejaba por entonces el organismos autónomo Servicios Tributarios venía a confirmar que el cincuenta por ciento de ese tipo de mercancía lo hacía intentando el fraude, aunque luego, el trabajo del personal de Servicios Tributarios había llevado a destapar muchos de estos casos y por tanto que se pagara lo que correspondía, además de la oportuna sanción. ¿Qué se pretendía entonces? Que al incrementarse la presión fiscal, entonces por parte de esos empresarios que estaban manejando el negocio desde distintas ciudades peninsulares se decidiera rebajar el paso por Ceuta de esta mercancía, ya que en realidad no les mereciera la pena si debían abonar los impuestos que les correspondían.
El mismo Carreira reconocía, por otro lado, que "se haya producido una bajada del precio del fardo no se mide, por supuesto, como en otras situaciones en economías normales y corrientes, porque en el Tarajal lo que hay es una economía de guerra y allí para estos asuntos existen tipos distintos de establecer los precios. A pesar de todo ello, está claro que cualquier comercio que no sea ilegal tiene que ver con buenos ojos que esos competidores ilegales tengan que verse con problemas con la Hacienda pública y compiten ya en algo más de igualdad".
Se mantendrán las medidas contra el fraude
En otro orden de cosas, pero también en relación a la pregunta que se le había efectuado analizó el consejero de Hacienda que la Ciudad Autónoma va a continuar trabajando en la lucha contra el fraude, "porque es nuestra obligación, aunque de todas maneras el control del fraude ayuda a todos, porque corrige en algo la competitividad". Por otro lado, igualmente aludió a que si había menos fraude será por algo en relación con el trabajo que desde hace varios meses se está efectuando por el personal del organismo autónomo Servicios Tributarios de Ceuta.