Llegó el turno del Mixto. Y fue la Carnicería Pepe, en el Mercado Terrones, la que se llevó el premio de ser el negocio más antiguo del mercado. Su creador, Pepe Jiménez, supo cómo darle vida a un negocio cárnico durante 50 años en Ceuta.
Pepe se hizo con la carnicería en el año 1972, establecimiento que compró a un familiar suyo que anteriormente disponía de ultra congelados, cuya apertura se produjo en 1964.
Llegó a Ceuta con 14 años desde Melilla con una familia ajena a la suya. Vio a sus padres después de 40 años, pues en Melilla la situación económica no era buena y la situación fue forzada de esa manera.
Antes de dedicarse al negocio de la carne trabajó como lechero, oficio que le permitió disponer de fondos para realizar la compra del local y crear su empresa familiar.
Cuenta Pepe que cuando él se hizo con el negocio no había nada, solo era un puesto. El emprendedor compró también el terreno de al lado para poder implantar congeladores que le permitieran desarrollar la carnicería.
Así, este exlechero subió la persiana de la carnicería con 24 años y ahora tiene ya 74, tres hijos de 47, 45 y 39 años que ha criado junto a su mujer Josefa Ravira, de 70.
"Desde pequeño seguí los pasos de mi padre. Salía del colegio y me venía a la carnicería"
Un reportaje sobre una carnicería no implica que no se pueda hablar de amor, y Pepe confiesa que él se casó muy enamorado y que el amor de hoy no tiene nada que ver con “el de antes”, pues antiguamente las personas se querían más bonito y ahora es un “aquí te pillo… Yo veo muchas cosas y no tienen nada que ver con lo que yo viví. Llevo 48 años con mi esposa, con eso te lo digo todo”.
Su mujer, Josefa Ravira, también tenía un puesto de pollos, pero lo cerró al jubilarse porque ninguno de sus hijos quiso continuar sus pasos.
La Carnicería Pepe ha corrido con mejor suerte, pues a pesar de que Pepe se jubiló, su hijo José Antonio quiso continuar el camino de su padre y seguir dando vida a la carnicería del barrio a la que le ha mantenido el mismo nombre.
“Desde pequeño seguí los pasos de mi padre. Salía del colegio y me venía a la carnicería a echarle una mano. Empecé a aprender el oficio y llevo ya casi 30 años. Desde los 16 llevo aquí en la carnicería con mi padre. Me gusta lo que hago”, cuenta José Antonio.
Además, asegura que pretende seguir con el negocio abierto mucho más tiempo, y jubilarse si es posible en Carnicería Pepe como ha hecho su padre.
Pepe, ha querido hacer un inciso por su hijo, pues la carnicería ya está a nombre de José Antonio y todo lo que ocurre a su alrededor le afecta como propietario. “Quieren pasar los puestos de la calle de arriba a esta zona y para ello tienen que hacer obras en la calle donde se encuentra la carnicería”.
Padre e hijo han expresado su descontento en relación al proyecto de reforma del Mercado Terrones en cuanto a la forma de actuar del Ayuntamiento, ya que el proyecto se lanzó sin pedir opinión ni consultar a los comerciantes, algo que ha molestado a ambos a pesar de estar de acuerdo con la reforma. “Nos enteramos por la prensa de que íbamos a tener obras”.
Y es que, José Antonio hizo una reforma en su local, un dinero que se podría haber ahorrado si el Ayuntamiento hubiera compartido sus intenciones con los negocios del Mercado.
“Hoy en día no es nada igual a cuando yo empecé. Hay mucho supermercado”
Dejando a un lado lo que todavía no ha ocurrido, regresamos a lo importante, a la unión entre tendero y cliente y a la amistad que se forja a lo largo de los años.
Eso es lo que tienen los negocios de barrio, algo que jamás tendrán las grandes superficies porque, como dice Pepe, “no son clientes. Son familia”.
En cuanto a José Antonio y su relación con los compradores dice que ha aprendido de su padre. “La gente es fiel a la carnicería de Pepe, yo también he cogido clientela nueva y el trato es muy bueno”, asegura.
“Hoy en día no es nada igual a cuando yo empecé. Hay mucho supermercado. Antes se estaba hasta las diez de la noche trabajando, los negocios abrían hasta más tarde para atender a todas las familias que llegaban tarde de sus quehaceres”.
“Eso solo lo puede hacer una tienda propia, el que entiende sabe que siempre será mejor una carnicería de barrio que comprar carne en una gran superficie, por ejemplo”, apunta Pepe.
Una carnicería con historia que perdura en el tiempo y cuyas expectativas son de seguir viviendo.
La historia de José Antonio Jiménez, hijo de Pepe, es de aquellas que ya pocas quedan. Un hijo que desde pequeño se sintió atraído por el oficio de su padre y disfrutaba visitando a Pepe en el trabajo hasta que aprendió y lo convirtió en su oficio.
José Antonio no es el único hijo de Pepe, pero sí el único que ha querido continuar con la creación de su padre. A pesar de que sacar adelante un negocio de barrio no es fácil, como dice Jiménez. “Los ayuntamientos no han fomentado los mercados de abastos. La gente se va cansando y cada vez hay más negocios cerrados”. Sin embargo, José Antonio persiste y tiene visión de futuro.
La ficción se ha colado en el escenario del Auditorio del Revellín. Melodías conocidas que…
Es el contraste de dos mundos. El que refleja un yate de lujo y el…
No es común ver producciones de ficción enmarcadas en el Estado Islámico. Sin embargo, Gerardo…
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, expresó este miércoles en…
Los aeropuertos de Marruecos registraron un nuevo récord en los primeros ocho meses de 2024…
Cada vez se acerca más este evento tan esperado por los consumidores. Los comercios en…