Carlos Rocha de Lossada es cordobés de nacimiento, pero ceutí de corazón. Con tan solo tres años viajó de la capital cordobesa hasta tierras caballas y aquí vivió con su familia toda su juventud. Hijo de Aurelio Rocha Bogas, director de la Clínica Ceuta Medical Center y del Instituto Oftalmológico de Ceuta, y de María Teresa de Lossada de Santa Ana, fue alumno del colegio San Agustín antes de partir hacia tierras cordobesas donde estudió la carrera de Medicina. Una vez acabada, siguió sus estudios en el Hospital Regional Universitario de Málaga la especialidad de Oftalmología y en la actualidad se encuentra en Barcelona, en el Hospital Clinic de la ciudad condal realizando un felowship (subespecialidad en córnea y segmento anterior).
Un ceutí preparado en todos los sentidos y con corazón para ayudar a los que más lo necesitan. Rocha viajó hasta Senegal con la fundación Elena Barraquer para atender a personas con cataratas y evitar la ceguera. El caballa, en declaraciones a El Faro de Ceuta, ha explicado que “la Fundación Elena Barraquer tiene como lema ‘No más cataratas’ porque es una causa de ceguera prevenible. En España, por ejemplo, que cuenta con Seguridad Social, no se quedan las personas ciegas, pero en los países en desarrollo se pueden quedar ciegos debido a esa patología. La misión es prevenirle la ceguera con los medios que disponemos y en un corto periodo de tiempo, trabajando muchas horas”.
Junto a Carlos Rocha viajaron otras nueves personas, no todos oftalmólogos pero que hicieron “una gran labor” y que son “indispensables” para realizar todo el trabajo. Partieron para una semana, aunque son seis días en los que trabajaron “mañana y tarde” para intentar atender al máximo número de pacientes posible. “En tema de consultas hemos podido ver alrededor de 1.000 personas, entre primeras visitas y revisiones de post operados. Cirugía de cataratas hicimos 350. Era intentar el máximo número de cirugías para ayudar al máximo número de personas con el material del que disponíamos. Llegó un momento en que todo era limitado y que no se podía coger a más”.
Para Rocha es importante “visibilizar” estas acciones en países que tanto lo necesitan y detallar el hecho de que lo hacen personas desinteresadamente, con la única función de ayudar a los más necesitados. “Es importante concienciar a la gente para que colabore con cualquier fundación. Creemos que es fundamental la ayuda de cuantas más personas mejor. Cada uno como pueda, ya sea físicamente, económicamente o como quieran”. Rocha “anima” a todas las personas a realizar esta labor. “Es 100% recomendable, es una experiencia única ha sido mi primera vez pero pienso repetir. Había gente más mayor y otra más joven, pero todos con muchas ganas de trabajar”.
La Fundación Elena Barraquer tiene previsto organizar entre “10 y 11 expediciones”, pero no solo se centra en Senegal, sino que acuden a otros países en desarrollo. “Tienen colaboración con otros países como Gabón o Mozambique. En las expediciones se colabora con organizaciones locales, que su ayuda es básica para el envío de pacientes y en organizar todo antes de nuestra llegada”.
Rocha vivió una experiencia “inolvidable” y le encantó el “agradecimiento” de los residentes allí. “Eran personas muy educadas, se pasaban horas y horas en la sala de espera porque había muchísima gente y sin ninguna queja, incluso entendiendo que alguna patología era imposible solucionarla. Sobre todo te dan mucho más de lo que yo podía dar. Me impactó mucho la visita que hicimos a un orfanato y ver los niños allí”.
Este caballa espera “volver” a otra expedición para poner su granito de arena y ayudar a todas las personas que sea posible.
SOY LOS MEJORES GRACIAS Y ADELANTE A TODOS