Además de las bajas remuneraciones por parte del Ministerio de Justicia, los abogados del turno de oficio se encuentran cada vez con más complicaciones para poder ejercer su derecho a la defensa a aquellas personas que no tienen los recursos suficientes para pagar la representación de un abogado.
La abogada Inmaculada Pilar ha ocupado las redes sociales para denunciar públicamente una situación que ya se ha convertido en habitual en las dependencias de la Policía Nacional, lugar donde tienen el primer encuentro con sus representados, que es la falta de un intérprete a la hora de tomarle la primera declaración.
Detalla que el sábado pasado, mientras estaba de guardia, tres de sus detenidos necesitaban un intérprete de árabe, pero en la Jefatura Superior de la Policía Nacional no había ninguno, sin poder comunicarse con sus patrocinados ni poder darle una correcta asistencia. Asegura que esto no es una novedad, sino que es un habitual los fines de semana. “Cuando eso pasa se pone que no quiere declarar”, reconoce la abogada, ya que al día siguiente, en el juzgado, ya se le puede tomar declaración porque “en el juzgado siempre hay intérprete”.
No es algo único de la Policía Nacional, sino que en las dependencias en el puerto de la Guardia Civil tampoco cuentan con un intérprete. “Algo pasa en este engranaje”, detalla Pilar, puesto que se supone que hay una empresa que debe dotar de intérpretes a la comisaría, pero que parece no estar dando el servicio para el que está contratada.
Pero la falta de intérpretes no es la única carencia visible en la Jefatura Superior de Policía Nacional. Tanto en su publicación como en declaraciones a este medio, Pilar revela la falta de personal latente en la comisaria, destacando que en ese mismo turno sólo había dos inspectores de guardia para recibir a los detenidos, tomar denuncias, etc. Por no hablar de la situación material en la que trabajan, con sillas rotas y una impresora para varios ordenadores, llegando a tener que recoger documentos en otra planta cuando ésta se estropea.
“Lo único bueno en la comisaría es el personal, pero la verdad es que es escaso”, lamenta la abogada, reconociendo que el número de efectivos es poco y los materiales que tienen para trabajar son deficientes.
Todas estas carencias repercuten en la asistencia que los abogados del turno de oficio dan a sus representados y además se solidarizan con la escasez de material y de efectivos que ven día con día en la Policía Nacional.
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