El acusado exculpó a su novia que viajaba con él el pasado 8 de enero cuando fueron detenidos en el puerto
Iniciaron el viaje en Madrid con destino a nuestra ciudad. Hicieron el trayecto en coche y embarcaron en Algeciras, pero fue en el puerto de Ceuta donde la Guardia Civil halló en el interior de una maleta de viaje un total de 26.250 pastillas del fármaco denominado ‘Rivotril’. Los ocupantes del vehículo, una pareja joven fueron detenidos y ayer se celebró el juicio en el Juzgado de lo Penal 2 de nuestra ciudad. El hombre, de iniciales N.T., marroquí con permiso de residencia, se declaró único culpable del delito de tráfico de drogas por el que está acusado y aceptó una condena de tres años y dos meses de prisión y al pago de una multa de 110.775 euros, que de no abonar se traducirá en tres días de prisión más.
En su declaración, el joven quitó toda culpa sobre su compañera sentimental y aseguró que ella no conocía la existencia de la droga. La maleta de viaje con las pastillas era de su propiedad y explicó que le habían pagado 500 euros para traer a Ceuta estas pastillas.
La mujer reiteró que desconocía que su pareja llevara escondidas en una de las maletas las pastillas de ‘Rivotril’ el pasado 8 de enero de este año. El juez dictó sentencia in vocce absolviendo a la acusada, M.D. de nacionalidad española.
Además, el Ministerio Fiscal solicitó para el joven condenado que una vez haya cumplido las dos terceras partes de la condena sea expulsado del territorio nacional.
Los hechos ocurrieron a las 08.30 horas del pasado 8 de enero en el puerto de nuestra ciudad. La Guardia Civil interceptó el vehículo de la pareja en el control rutinario de desembarque de vehículos procedentes de Algeciras. En la inspección del turismo de la pareja, de matrícula española, los agentes hallaron las pastillas. “No sabía que era delito”
Por otra parte, el Juzgado de lo Penal 2 de nuestra ciudad celebró ayer también el juicio contra un joven, residente en Francia, que fue interceptado en nuestra ciudad el pasado 3 de septiembre conduciendo una motocicleta bajo los efectos del alcohol. Tras ser interceptado por los agentes policiales, el joven se sometió a dos pruebas de alcoholemia cuyo resultado triplicaba el límite de la tasa de alcohol permitida en aire expirado.
El joven procesado aseguró en ese momento que desconocía que era delito en España circular en estas condiciones. No obstante, ayer aceptó la condena por la que deberá pagar una multa de 1.800 euros, esto es, seis meses a razón de diez euros diarios. Además, no podrá conducir durante un año y un día. El joven solicitó el pago aplazado de la multa y el juez estableció seis plazos de 300 euros cada uno.