La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 condenó ayer al llamado J.C.M.M. por un delito de hurto, después de que en marzo de 2017 se adentrara en el Hospital Universitario de Ceuta para hacerse con el bolso de un médico, en cuyo interior había un ordenador portátil valorado en 762 euros, unas gafas graduadas y una navaja. El acusado, que venía conducido de prisión por otra causa, reconoció los hechos aceptando una pena de 4 meses y 15 días de cárcel que debe cumplir. La sanción económica vendrá determinada en sentencia.
El ya condenado reconoció que el 1 de marzo de 2017 consiguió entrar en el HUCE y acceder a uno de los despachos ubicados en la planta de Oncología. De ahí se llevó un bolso que había dejado un profesional médico. Tras abandonar el clínico de Loma Colmenar, acudió a un local de la Almadraba para entregar esas pertenencias y obtener un beneficio ilícito. Gracias a una aplicación del portátil se pudo detectar donde estaba y el dueño del establecimiento cooperó con la Policía aclarando a quién se lo había comprado. Así se pudo dar con el acusado. Ante la magistrada reconoció los hechos, aplicándose la figura jurídica de la conformidad sin que fuera necesaria la celebración de vista oral.
Gracias a una aplicación se pudo dar con el ordenador, en una tienda
La Policía Local fue la encargada recuperar el portátil que fue lo único que apareció. La víctima informó rápidamente del robo, lo que posibilitó recuperar el ordenador que además contenía información relevante del trabajo. Se contó con un ‘apoyo’ importante: la aplicación instalada en su terminal móvil, que localizaba la ubicación del ordenador por GPS en la zona de Miramar-Almadraba, en un local.
El acusado está en prisión porque cumple pena por otra causa distinta
La víctima acompañó a los agentes hasta el lugar de donde partía la alerta, reconociendo el material robado. Tampoco tuvo la Policía que indagar demasiado ya que el propietario del local, al ver a los agentes y percatarse de la presencia policial, les manifestó que era conocedor de los motivos de su presencia, mostrando una bolsa verde que contenía el portátil y el router que había denunciado su propietario.
Lo había adquirido por 140 euros y facilitó los vídeos tomados por las cámaras de seguridad del local de quien lo había vendido.