Tres años y medio de prisión. Esa es la pena a la que se enfrentan dos varones que se encuentran en prisión preventiva acusados de un delito contra la salud pública, después de que el 30 de diciembre de 2019 fueran detenidos por la Guardia Civil cuando intentaban embarcar desde Ceuta a Algeciras, ocultando en el salpicadero del coche que ocupaban 24 kilos de hachís.
El acusado A.J. declaró que nada tenía que ver con este delito, que tan sólo le hizo un favor a un conocido –el otro acusado llamado A.E.L.- aceptando conducir su vehículo. Su propósito era ir a Málaga con otro amigo para pasar la fiesta del fin de año, sin aclarar dónde se hospedarían ni el plan concreto que tenían.
Con el otro acusado se encontró en la barriada de la Estación del Ferrocarril, en donde aceptó conducir su coche sin saber que en el salpicadero había 24 kilos de hachís escondidos. El otro acusado se negó a declarar. Para el Ministerio Fiscal queda acreditado que ambos son responsables de un delito contra la salud pública, sin ser creíble la coartada aportada al haber una cantidad de detalles extraños que no sirven para garantizar su inocencia.
Las defensas de cada uno de los acusados pidieron sentencia absolutoria, considerando la inexistencia de pruebas suficientes para enervar el principio de presunción de inocencia. Cada letrado presentó su informe intentando culpar del delito al otro investigado y exculpar así a sus respectivos clientes. El dueño del coche nunca fue llamado a declarar en esta causa.
Los guardias civiles de la Compañía Fiscal que prestaron declaración señalaron que su servicio fue rutinario, hallando la droga en el hueco del salpicadero y sin que los comportamientos de los dos detenidos fueron extraños o anómalos, enmarcándolos en los habituales mostrados por quienes son detenidos en plena comisión de un delito de tráfico de drogas como el que ha dado pie a esta vista. El juicio quedó visto para sentencia.