3 años y 4 meses de
prisión. Esa es la pena que ha impuesto la titular del
Juzgado de lo Penal número 1 al ceutí M.T.A., quien el pasado 6 de octubre
fue detenido en su moto de agua tras participar en un traslado de hachís. Esa tarde salió del puerto deportivo y se dirigió a la Almadraba, en donde recogió una boya en la que había poco más de 11 kilos de
hachís. Esa boya la entregó a otra persona que estaba en la orilla de la playa y que pudo darse a la fuga en una motocicleta con la mercancía, pero se vio forzado a tirar el hachís ante la persecución de la Benemérita.
La juzgadora recoge en la sentencia, a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro de Ceuta, cómo
el acusado solo se limitó a negar los hechos, manteniendo que había cogido la moto para dar una vuelta. Indicó que cuando le detuvo la Guardia Civil había más motos por la zona, sin entender que le interceptaran a él. La testifical del acusado chocó con la del componente del Instituto Armado que estaba en la torre del Tarajal, que concretó toda la escena delictiva con detalles destacando que nunca perdió de vista al acusado, siendo la única moto de agua que había en ese punto. La detención la practicaría un miembro de los GEAS gracias a la descripción que le iba facilitando el compañero de la torre. Estas dos versiones fueron complementadas por la de otro guardia de tierra que fue quien recuperó el hachís. “Los agentes ofrecieron testimonios diferentes pero persistentes, coherentes y complementarios en cuanto a la sucesión temporal de hechos, no existiendo motivo para dudar de su credibilidad”, expone la magistrada.
En la pena de prisión impuesta se ha aplicado la agravante de notoria importancia. Además de la pena de cárcel se ha ordenado la destrucción de la droga que fue aprehendida como el comiso del vehículo usado y que fue clave para la comisión del delito.