Tres años y un día de
cárcel. Esa es la pena impuesta por la titular del
Juzgado de lo Penal número 1 a la llamada F.O., a quien la
Policía Nacional detuvo en la
estación marítima de Ceuta el pasado abril cuando pretendía embarcar con casi 7 kilos de
hachís utilizando a sus cuatro hijas para la comisión de ese tráfico de drogas. La acusada, que fue conducida por la Policía Nacional a los juzgados, reconoció los hechos y aceptó una pena impuesta por conformidad que lleva pareja además el pago de una multa de 46.871 euros, equivalente al valor de la sustancia que se intervino. La pena, por delito contra la salud pública con la agravante de notoria importancia, se tiene que cumplir ya que
Fiscalía se opuso a su suspensión. Así, el destino inmediato de esta madre que
usó a sus propias hijas para el tráfico de estupefaciente pasa por cumplir la medida privativa de libertad en la cárcel de Mendizábal; medida que le fue impuesta en sentencia dictada in voce y por tanto firme al existir un acuerdo entre Ministerio Público y Defensa.
Así intentó llevar a cabo el pase de drogas
La Policía detuvo a mediados del pasado abril a F.O. cuando se disponía a embarcar acompañada de sus hijas. Tras un registro personal los agentes encontraron entre los pliegues naturales del cuerpo de las menores la narcótica sustancia, repartida en hasta 50 placas rectangulares, 14 cilíndricas y 144 bellotas que llevaban adosadas a sus cuerpos usando para ello cinta adhesiva. Ante las sospechas que suscitó la actuación de la detenida, ahora ya condenada, los policías adscritos a la Brigada de Extranjería y Fronteras destinados en el puerto ejercieron el oportuno registro verificando que se estaba ante un tráfico de estupefacientes usando como tapadera el empleo de menores de edad. No es un caso aislado, las fuerzas de seguridad han intervenido en varios sucesos de este tipo en el que adultos utilizan a sus propios hijos o a familiares directos menores de edad para cometer este tipo de delitos.
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Poco le ha caído teniendo en cuenta el delito y la utilización de menores para tratar de eludir a la justicia. En otro país por mucho menos, se tiraría no menos de 20 años en la trena. Por eso España se ha convertido en un refugio de delincuentes, por la leyes que tenemos tan laxas y en este caso no me extrañaría que en menos de 6 meses, ya esté en la calle. Vamos cuesta abajo y sin frenos