El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha condenado este miércoles a 3 años de prisión al piloto de una embarcación semirrígida que, en noviembre de 2019, fue sorprendido por la Guardia Civil transportando a 20 inmigrantes marroquíes a los que quería trasladar a la Península.
La figura jurídica de la conformidad ha servido para, tras el reconocimiento de los hechos, evitar la celebración del juicio ya que el llamado N.A.E. asumió su responsabilidad en un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
En la madrugada de ese 24 de noviembre, el ahora condenado fue interceptado por agentes del Servicio Marítimo a 1,5 millas de Punta Almina. A bordo de la embarcación iban 20 indocumentados, todos marroquíes, que protagonizaron una travesía en la que, debido al estado de la mar, corría peligro la vida de unos ocupantes que, además, no portaban chalecos salvavidas.
El implicado en este pase ha aceptado una pena de 3 años de prisión por unos hechos en los que la rápida intervención de los agentes del Marítimo evitó tanto que la travesía llegara a buen puerto como que el piloto de la neumática pudiera escapar a bordo de una semirrígida de nombre Jocker Dos.
El único detenido en este pase de inmigrantes, vecino de Ceuta, ingresó en prisión preventiva nada más producirse su arresto por parte de los componentes del Instituto Armado, conociendo ahora la pena impuesta tras el acuerdo entre el Ministerio Fiscal y la Defensa. Un caso más enmarcado en la inmigración del vecino país que afecta directamente a nuestra ciudad.
Los guardias civiles llamados como testigos a declarar no tuvieron que entrar en sala al haber acuerdo y por tanto reconocimiento del delito por parte del acusado. Los 20 marroquíes interceptados fueron devueltos a Marruecos en aplicación del tratado en vigor y en un periodo en el que, con la apertura de la frontera, la normalización era la marca de estos procedimientos en materia de extranjería.