Un año y diez meses de prisión por un delito de atentado y multa de 200 euros por otros dos leves de lesiones es la pena que la magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 ha impuesto a Y.E.A., quien además deberá indemnizar a dos policías nacionales con 330 y 99 euros, respectivamente, por las lesiones sufridas mientras intentaban detenerle en su domicilio de la barriada del Príncipe.
Contra Y.E.A. pesaba una acusación de robo con violencia y apuñalamiento a varios porteadores del Tarajal, delito por el que había sido detenido con anterioridad, aunque se dio a la fuga cuando los agentes de la Policía Nacional lo trasladaron al hospital.
Por estos motivos, se desplegó un dispositivo hasta localizarlo y proceder a su detención. Fue entonces cuando Y.E. se resistió y agredió a ambos. A uno de ellos le propinó un puñetazo para, seguidamente, abalanzarse hacia el otro, produciéndose un forcejeo y haciendo que los tres cayeran al suelo, lo que provocó lesiones a ambos policías.
La magistrada argumenta la condena en las testificales de los agentes agredidos, ya que ambos coincidieron en todos los detalles relatados en la vista oral y las lesiones se corroboran con el informe forense. En la sentencia, a la que ha tenido acceso El Faro de Ceuta, se recoge que las manifestaciones de los testigos, a la vez que víctimas, reúnen los requisitos necesarios para considerar sus declaraciones como única prueba que desvirtúe el principio de presunción de inocencia, ya que el acusado no compareció en la vista oral, pese a estar citado.
La sentencia dicta que se ha acreditado la agresión directa a los agentes en el ejercicio de sus funciones. Pese a no ir uniformados en ese momento, el acusado los conocía por actuaciones anteriores, además de que ambos se identificaron como funcionarios de la Policía Nacional.
En el momento de los hechos, el acusado tenía pendiente otro delito de atentado ocurrido en Algeciras, por el que fue condenado a seis meses de prisión. Ahí no queda su historial delictivo ya que, apenas una semana después el Juzgado de lo Penal número 1 lo condenó a cuatro años de prisión y una multa de 5.700 euros por un delito de atentado y lesiones al intentar atropellar a un policía local con su moto mientras este último intentaba darle el alto. Y.E.A. también fue condenado al pago de una indemnización por las lesiones ocasionadas
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