Este delegado del Gobierno que tenemos, artífice en sus tiempos de las mejores obras y milagros del PSOE dignas de un cotizado fontanero, le ha cogido el gusto por ocultarse en la guarida. No comparece, no habla, es de esos que mira de refilón y evita dar explicaciones públicas obligadas por su cargo.
Rafael García no es el delegado de su casa, allá que mande o no como le plazca. Rafael García es el delegado de todos los ceutíes hayan votado al partido que hayan votado y como tal debe comparecer cuando se producen asuntos de gravedad. Esquivar lo que sucede tiene un nombre.
El viernes se produjo en Ceuta uno de los hechos más graves en materia de inmigración ocurrido en los últimos años. Un millar de subsaharianos intentó la entrada en la ciudad de una manera para nada casual rozándose la tragedia. De Europa, que tiene su frontera sur como una trinchera, poco podemos esperar. Pero esa actitud despreciativa a lo ocurrido no se puede permitir ni a un Gobierno de España ni a su representante en Ceuta.
Ambos han callado buscando la normalización de algo que no se olvida.
Aquí no se trata de querer o no hablar, aquí García está obligado como delegado del Gobierno a comparecer o a mandar a su gabinete que se dirija a los medios con un mensaje ajustado a lo sucedido. No lo hace, se cree con derecho a eso como también se cree con el mismo derecho a no responder a las inquietudes de muchos ciudadanos en torno al funcionamiento de la frontera. Silencio, esa es su máxima.
Ceuta es una plaza complicada para los delegados. Lo ha sido siempre. Aquí en 24 horas puede surgir un conflicto internacional sin verlo venir por más que tengamos a miembros de todos los servicios de información y aficionados cobrando nómina.
Mandar en la plaza obliga a un talante y a un modo de procesar los tiempos bien alejado de las prácticas que estamos conociendo. El carácter no se saca en la grada del ‘Murube’.
Muy bien dicho Carmen AFICIONADOS cobrando Nomina algunos de paises terceros que camara en mano retratan todo aquello para justificar el sueldi, sobre el Delegado sin comentarios recibe ordenes de Gutierrez