Los partidos políticos se han cocinado ellos mismos su propia campaña. Los medios de comunicación tenemos, en parte, culpa, porque somos los que permitimos que sean ellos mismos los que ‘vendan’ sus mensajes sin que estos puedan ser comprobados o sin espacio alguno al debate. Antaño los partidos citaban a los medios de comunicación en las barriadas no para dar ‘el canutazo’, es decir, que nos pong
amos todos alrededor del candidato para que éste suelte sus cuatro ideas y punto. No. Antes citaban en la barriada ‘x’ u organizaban el mitin en una zona concreta para que el medio de comunicación acudiera al lugar y comprobara qué era lo que políticos y vecinos hablaban, qué les reprochaban y qué les complacían. Eso dejaba una marca de especialidad a las crónicas del momento porque al periodista se le dejaba trabajar. Ya cada uno optaba por hacer bien su trabajo o incurrir en el típico ‘corta y pega’ que se ha puesto demasiado de moda hasta el punto de que el trabajo de los medios se desenvuelve ya en una selva en la que no se respeta el trabajo de compañeros, se roban informaciones y se promueve el plagio al estilo Carracao y su programa electoral. Como decía, los medios tenemos culpa por haber dejado que la bola crezca, que los partidos convoquen ruedas de prensa sin preguntas, que se blinden con gabinetes de prensa que se dedican a bombardear los correos electrónicos con múltiples notas de prensa cocinadas impidiendo el legítimo derecho a la réplica. No. Ahora todo ha cambiado. Ahora ni existe ese derecho, ni, además, de practicarlo, termina convirtiéndose en un arma arrojadiza porque los partidos, endiosados, no aceptan crítica alguna y hasta se pelean en facebook por las crónicas que reciben. Niñatos. Las campañas se hacen para uno mismo, se usan las redes sociales para difundir mensajes que en demasiadas ocasiones no casan con la realidad... todo se permite... pero en el fondo nada queda de aquellas campañas en las que la crítica existía, en las que los partidos se lo curraban siendo algo más que meros altavoces alocados de la primera de las ideas que se les pasa por la cabeza. Así, camino al 24M... ¿con estas ganas queremos causar el ánimo general para visitar las urnas? Triste.