Los cuatro millones de euros invertidos en la que el
Gobierno de Vivas anunció como la “mayor campaña de asfaltado de Ceuta” no han sido, a juicio del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (
MDyC), más que un “parcheo”. La formación localista ha denunciado este domingo en una nota a los medios que se trató de una iniciativa electoralista y que “resulta cuanto menos un gesto de irresponsabilidad dejar a medias el trabajo con las consecuencias perjudiciales para las personas que viven y transitan por las zonas que han quedado sin asfaltar, que no son pocas”. “El estado de deterioro de las zonas que han quedado sin asfaltar es más que visible para toda la ciudadanía, algo que se traduce en las numerosas quejas que hemos recibidos en las oficinas de nuestro grupo municipal con motivo de la preocupación ante posibles accidentes”, han lamentado los de Fatima Hamed.
55 calles proyectadas
La última campaña de pavimentación de la ciudad
se proyectó para alcanzar un total de 55 calles, avenidas, viales y
barriadas del centro y la periferia durante cuatro meses. Abarcó desde el paseo Colón, Independencia, Antioco, La Marina y Enrique el Navegante hasta el Príncipe, pasando por Miramar, Poblado Sanidad, O’Donnell... Igualmente llegó a la Junta de Obras del Puerto y al conjunto de las barriadas de Los Rosales, La Libertad, San Daniel, Juan Carlos I y Sarchal. Igualmente se incluyó renovar el asfaltado de la carretera de circunvalación del monte Hacho y del vial que pasa por San Amaro, así como del que llega hasta los polígonos del Tarajal, el desdoblamiento de Las Palmeras, avenida España y Benítez, Bermudo Soriano, Cabrerizas, Parques de Ceuta... Este tipo de actuaciones de conservación buscan tres objetivos de mantenimiento. El primero, dotar a los viales de “una regularidad superficial acorde con el trazado de la vía y las velocidades normales de recorrido para que la rodadura sea cómoda y segura para el usuario”. También “una adecuada resistencia al deslizamiento a fin de que el pavimento proporcione una suficiente seguridad a los vehículos que circulan por él”. Para terminar, los trabajos buscaban dotar al asfalto de “una resistencia estructural suficiente para el tráfico que ha de soportar cada carretera o calle”.