El Camoens de la Segunda División de fútbol sala femenino está completando su primera semana de pretemporada, en la que el equipo que prepara Fernando Muñoz ha alternado la instalación del pabellón ‘Antonio Campoamor’ con la pista polideportiva de Zurrón.
Para el nuevo entrenador del Camoens, esta situación presenta el problema de habituarse a la superficie. “Personalmente creo que el único handicap que nos encontramos al ir alternando la instalación en la que entrenamos es el que nos costará habituarnos a la superficie de la pista. Deberíamos acostumbrarnos a la pista de goma, que es en la que tendríamos que jugar en Ceuta que es muy diferente a la de cemento en la que entrenamos los martes y los jueves. A nivel de superficie, de dimensiones de la pista, creo que es prácticamente igual”, aseguró el entrenador del Camoens.
La acuciante falta de instalaciones deportivas que sufre la ciudad se ha agravado con el cierre, temporal pero sin fecha de reapertura, de los pabellones ‘Santa Amelia’ y ‘La Libertad’ que empeorará cuando el resto de equipos de categoría nacional empiecen a entrenar.
“Es un problema para el que tendrán que encontrar una solución las directivas de los clubes, junto con el ICD, que son los que manejan el uso de las instalaciones deportivas. Supongo que habrá horarios para todos. Quizá, el número de horas que nos asignen sea menor del deseado pero, por lo visto, las reparaciones de los pabellones ‘Santa Amelia’ y ‘La Libertad’ no van finalizar para cuando los vamos a necesitar”, aseguró un Fernando Muñoz al que no le queda más remedio que resignarse ante la falta de instalaciones, a la que se suma la del nuevo pabellón del ‘Díaz Flor’ que ya acumula un año de retraso en la finalización de la obra. “Hay que adaptarse a la situación”, resumió el nuevo entrenador del Camoens.
Fernando Muñoz es muy realista ante lo que puede avecinarse y asume que las competiciones no profesionales se mueven sobre terrenos ‘pantanosos’ donde todo o nada puede suceder. “Este va a ser el año de lo indefinido. Puede pasar cualquier cosa. Puede ocurrir todo o nada. Veremos a ver si arranca la competición el día 3 de octubre o la posponen o en el peor de los casos, se cancela”, sentenció el entrenador del cuadro colegial, que no tiene buenas sensaciones sobre el futuro, más próximo, de las competiciones deportivas. “El pálpito es malo, la verdad. Creo que va a ser complicado que competiciones no profesionales, en cualquier modalidad deportiva y para las que no se hayan diseñado unos protocolos muy estrictos de seguridad sanitaria, puedan iniciarse en el actual contexto de contagios”.
El entrenador del Camoens es consciente de que los equipos han de someterse a los test de detección del virus, pero pone en duda la validez de los mismo tanto en cuanto se realizarían 48 horas antes de un partido y nadie está exento de contagiarse tras la realización de las PCR o los análisis serológicos, “lo veo poco factible”.
En cuanto a lo estrictamente deportivo, para Fernando Muñoz el reto de hacerse cargo del Camoens es ilusionante y cargo de motivaciones muy personales. “Acepté este reto por impulso y porque me convenció Jesús Ortiz, con quien me une una amistad forjada en la residencia donde viven nuestros padres y donde hablábamos mucho de fútbol sala. Jesús fue muy insistente para convencerme, convincentemente”.
Un reto importante, en un contexto muy complejo y siendo la primera experiencia de Fernando con un equipo femenino, que le ha sorprendido muy gratamente. “Es un grupo de chicas muy inteligentes. Captan a la primera hasta los conceptos más complicados” aseguró el entrenador del Camoens que no pierde un segundo para volver a sus puesto sobre la pista de Zurrón, para dirigir el entrenamiento de sus chicas, entre las máximas medidas de seguridad.