El próximo noviembre de 2021, si las circunstancias sanitarias acompañan el momento, Ceuta celebrará el 75 aniversario de la Coronación de Santa María de África.
Con motivo de la señalada efeméride en el calendario, la Cofradía de Caballeros, Damas y Corte de Infantes ha creado una comisión que se encargará de organizar diversos actos para la fecha.
El 10 de noviembre de 1946 es una fecha de vital importancia para la Hermandad, pues aquel día fue coronada canónicamente su Titular, Santa María de África. El próximo año, 2021 se cumplirán 75 años de aquel instante que fue coronada, momento de alegría, fervor e ilusión del pueblo de Ceuta, para ver a su madre con una maravillosa corona, pero aún más importante, con el reconocimiento unánime de todo un pueblo y una feligresía que, con numerosas aportaciones de personas de la ciudad, la coronaron. Es por ello que, la Cofradía de África, en el pasado Cabildo General de Hermanos del 15 de enero de 2020, fue aprobado por unanimidad la creación de una comisión para trabajar y desarrollar propuestas, un borrador de un proyecto lleno de ilusión y esperanza con la finalidad de convertir este aniversario en algo realmente histórico para todos los devotos , lleno de recuerdos, vivencias y actos para enmarcar.
La comisión, está formada por Purificación Morales, María del Carmen Pasamar, Francisca Pilar Lozano, José Luis Grimaldi, Felipe Escriña, César Luis Gómez-Hohr Román y Juan Luis Bernal del Río.
Desde la Cofradía de África animan a todos los hermanos y devotos de Santa María de África a participar en los futuros actos de la hermandad, será un año cargado de sentimientos, de fe, de oración, de rezo, pero sobre todo, un año para estar más cerca de nuestra Madre y Patrona.
La corona se sufragó por suscripción popular
Ricardo Lacasa
Fieles católicos de toda España, y en modo especial los ceutíes, respondieron de forma entusiasta a la llamada de los organizadores para costear la corona de la Virgen de África.
En la Depositaría de Fondos del Ayuntamiento se abrió una suscripción por la que prácticamente desfiló todo el pueblo cristiano caballa. A diario se publicaba en la prensa la relación de donantes, por lo que cualquier ceutí que quiera curiosear en las hemerotecas seguro que se encuentra con algún apellido familiar en las referidas relaciones.
Niños y personas muy modestas se adhirieron también a la iniciativa con sus módicas donaciones de una peseta, junto a personas más pudientes, empresas, industrias, entidades y organismos oficiales.
La primera gran aportación fue la del general Delgado Serrano, Jefe del IX Cuerpo de Ejército, que entregó al alcalde un sobre con 26.242,30 pesetas, cantidad que habían aportado para este fin el Ejército de Marruecos y las fuerzas de Marina y Aire. Así mismo, el teniente general Varela, en nombre del ministro el Ejército donó 50.000 pesetas.
Con anterioridad, el Consistorio ceutí se había dirigido a casi todos los ayuntamientos y a las diputaciones provinciales de la nación invitándoles a contribuir en la suscripción. Los primeros en responder fueron los ayuntamientos de los pueblos pequeños, oscilando las aportaciones entre las 25 y las 100 pesetas. Surgieron casos curiosos como el del alcalde de Malagón quien respondió que dado que las posibilidades de su ayuntamiento no le permitía enviar ningún donativo, no querían que su pueblo dejara de figurar entre los que habían contribuido, por lo que él, personalmente, aportaba cinco pesetas, más otras cinco de su secretario.
De los municipios de localidades medianas las aportaciones más comunes fueron de 50 pesetas y 25 en el caso de los más modestos. Desde Melilla se giraron 2.500 pesetas y desde la Junta Municipal de Tetuán 500.
En cuanto a los gobiernos civiles, el más generoso fue el de San Sebastián con 1.000 pesetas. Por su parte los organismos militares de la Península se volcaron también en la causa, así como las distintas instituciones del vecino Protectorado, como por ejemplo las Misiones Franciscanas y el obispo de Tánger que colaboraron con 2.500 pesetas.
Paralelamente a la suscripción, el Ayuntamiento puso en circulación 200.032 sellos de 0,10 pesetas cada uno. Se confeccionaron en la imprenta ‘Moderna’, cuyos propietarios hicieron el trabajo de forma totalmente desinteresada.
La generosidad de dos damas ceutíes
Ricardo Lacasa
La generosidad de dos conocidas damas ceutíes de la época con la donación de valiosísimas joyas de su propiedad fue muy importante para que el rematado de la corona adquiriese una mayor majestuosidad. Una de ellas, Ana Martínez Fernández, señora de Sánchez Mérida, entregó la totalidad de las veintiocho joyas de su propiedad. En concreto, un pendiente de oro de ley con 12 brillantes, otro par de pendientes de oro de ley con dos perlas reptas y dos brillantes, un par de pendientes de oro de ley con rubíes y diamantes, otro par en oro de ley y platino con dos zafiros y 26 brillantes, una pulsera de oro de ley con 13 brillantes, otra en oro de ley con 25 diamantes, otras dos más en oro bajo con tres y cinco perlitas respectivamente, un pendiente de oro con 27 diamantes rosas, un alfiler de oro con 4 perlitas, 4 turquesas en forma de lira, un par de diamantes de oro con 22 diamantes rosas, otro par también en oro con 16 topacios y otras tantas perlas, una medalla de oro de Jesús del Gran Poder, un dije de oro, un maravilloso reloj de oro de señora, una sortija de oro y platino con un brillante y 21 diamantes rosa, otra de oro y platino con 2 brillantes y 6 diamantes rosas, otra en oro y plata con 29 zafiros blancos, una más e platino con dos brillantes grandes y 14 pequeños, una sortija de oro con un diamante rosa, otra con perlitas y la imagen de la Purísima, otra en oro con 19 perlitas, un imperdible en oro y platino con 66 brillantes y un zafiro y un broche de plata.
Sellos
Paralelamente a la suscripción, el Ayuntamiento puso en circulación 200.032 sellos de 0,10 pesetas cada uno. Se confeccionaron en la imprenta ‘Moderna’, cuyos propietarios hicieron el trabajo de forma totalmente desinteresada
La otra dama, fue la esposa del Alto Comisario en Marruecos y Gobernador General de Ceuta y Melilla, el teniente general Varela. Esta señora, además de volcarse con los diversos detalles de la organización y apoyo al programa de la Coronación quiso también donar la totalidad de las joyas que habían pertenecido a su madre, algunas de ellas de un extraordinario valor material y sentimental.
Un legado, ciertamente, importantísimo el de estas dos damas como vemos, sin olvidarnos ni muchísimo menos de otras donaciones en joyas de muchos devotos ceutíes. De las entregas se levantaron las correspondientes actas por el notario de la ciudad con la firma del alcalde, del vicario y de otros testigos presenciales.
Un concurso determinó el tipo de corona que llevaría la Virgen
Ricardo Lacasa
Respetando el estilo y dimensiones de la corona que hasta entonces tenía la imagen de la Virgen de África, el diseño y las características de la nueva habrían de salir de un concurso de ideas que se convocó al respecto.
Dos conocidos joyeros ceutíes fueron los seleccionados, Luís Pérez, el principal artífice y Epifanio Hernández. Ambos decidieron unirse para llevar a efecto la construcción de la corona que se llevaría a cabo en Madrid.
El primitivo ensamblaje se realizó en la fábrica de platería de la viuda de López y Cía., confiándosele el remate final a los talleres de joyería de Isidro Arguña, Lorenzo Sánchez.
El importe de la construcción de la corona ascendió a 425.000 pesetas, cantidad que percibieron los joyeros que la hicieron, cifra la que cabría unir el coste de los metales preciosos de su estructura, ya que las piedras preciosas de la misma y otras joyas fueron donadas por los fieles, según recogemos en otro lugar de este suplemento.
Pasados dos meses de la aprobación del proyecto, se daba el visto bueno igualmente al modelo que debería ser reproducido en platino, oro y brillantes para colocar tres potencias sobre la cabeza de la imagen del Cristo, que también se confeccionarían con las alhajas donadas.
A primeros de agosto la corona llegó a Ceuta siendo presentada a las autoridades, a la Asamblea de la Coronación y a los componentes de la Hermandad. Tras recibir el beneplácito general, el alcalde la llevó a Tetuán donde recibió los mejores elogios por parte del teniente general Varela.