Puede ser que el intento de asalto a la valla que se produjo en la jornada de ayer produzca un antes y un después en la presión migratoria que sufre Ceuta desde hace años. El Ministerio del Interior marroquí ha señalado, en un comunicado, que a partir de ahora se plantearán cambiar la estrategia y que los intentos de entrada a Ceuta, desde luego, no se quedarán en agua de borrajas. Tienen muy claro que presentará a los inmigrantes que sean detenidos después de una operación de estas características ante la jurisdicción competente, de manera que o bien sean expulsados del país o sufrirán las penas correspondientes. Está muy claro que Marruecos está dispuesto a tomar medidas, después de que ayer cincuenta policías resultaran heridos en este intento de entrada y diez se ellos se encuentran graves. Una situación que, por supuesto, también es trasladaba a la otra valle, en este caso a Melilla. Ha llegado el momento en que las dos administraciones han decidido que se debe poner pies en pared ante una continuidad en la búsqueda a la desesperada de entrar en territorio español. De todas maneras, hay que establecer nuevamente la colaboración que Marruecos está prestando a España en la lucha contra la inmigración ilegal y los intentos de entrada a Ceuta y a Melilla. Una política de entendimiento entre ambos países.