El Consejo de Gobierno de Ceuta ha dado luz verde este martes a la consejera de Hacienda, Transición Económica y Transformación Digital, Kissy Chandiramani, para conceder una subvención de casi 880.000 euros a la Cámara de Comercio con el fin de que ponga en marcha siete programas mixtos de formación y empleo sufragados con fondos europeos.
Según ha explicado el portavoz del Ejecutivo local, Alejandro Ramírez, los proyectos tendrán cuatro meses de duración y el dinero procedente del Fondo Social Europeo 2014-2020 cubrirá los “costes laborales y de gestión” para la contratación de 105 desempleados, a razón de quince por taller.
Los beneficiarios recibirán capacitación en los perfiles profesionales de albañilería, electricidad, fontanería, actividades auxiliares de comercio, limpieza de superficies y mobiliario en edificios y locales, implantación de placas de yeso laminado y falsos techos y pintura.
La Cámara fue la única licitadora que se presentó al concurso publicado en el BOCCE el pasado 21 de julio, en cuyas bases se dio poco más de una semana para la presentación de solicitudes.
Los Programas Mixtos de Empleo y Formación son proyectos de carácter temporal que posibilitan la adquisición de cualificación, de competencias profesionales y de experiencia laboral a las personas desempleadas a través de una formación teórico-práctica en alternancia con la prestación de un trabajo real en la ejecución de obras o servicios de utilidad pública o interés social.
Los contratos de los alumnos-trabajadores (que saldrán de entre las personas en situación actual o potencial de exclusión social seleccionadas en 2022 por Procesa para actuaciones de Formación Ocupacional Básica) se deberán formalizar a jornada completa “en cualquiera de las modalidades contractuales de naturaleza temporal establecidas por la normativa vigente” y con una duración de 4 meses.
Las tareas que constituyan el trabajo efectivo de los beneficiarios deberán ser “suficientes y apropiadas para la adquisición de las competencias profesionales previstas”, contemplando “una adecuada correlación entre dichas actividades con los módulos formativos de referencia”.
Los contratados estarán sometidos a “asistir y seguir con aprovechamiento las enseñanzas teórico-prácticas que se impartan para superar los objetivos formativos”; a “cumplir con las obligaciones del Plan de formación y realizar de forma responsable las tareas que se derivan del mismo”; a “participar activamente tanto en el trabajo como en las clases teóricas” y a “respetar los horarios y cumplirlos con puntualidad”, entre otras obligaciones.
El alumnado-trabajador podrá, en cualquier momento durante el desarrollo de la actuación, causar baja de forma voluntaria a través de la cumplimentación del correspondiente escrito de renuncia.
Una vez finalizados los programas la cámara deberá aportar una memoria de actuación en la que se detallen “las actividades realizadas y los resultados obtenidos”, así como otra económica en la que se justifique el coste de lo efectuado.