Ahora mismo toca analizar la situación de la intoxicación sufrida por más de cien menores desde tres puntos de vista. El protocolo que se puso en marcha por parte del ejecutivo para atender a este grupo numeroso de chaves. En segundo lugar, establecer a la mayor urgencia posible las causas que provocaron esta intoxicación masiva y en tercer lugar, solicitar las oportunas responsabilidades a la hora de que se pudiera confirmar que la empresa tuviera alguna responsabilidad. Lo demás, estar jugando a médicos analistas, profundizar en expedientes intentando buscar esa relación causa-efecto, etc... es una desviación de la realidad. Si la oposición cuenta ya con siete diputados no tienen ningún problema para pedir un pleno extraordinario y debatir sobre la política de menores. Ese es el lugar y la hora.