Caballas cree que el modelo de cheques-libros adoptado este año por la Consejería de Educación con la supuesta intención de ampliar la cobertura de su programa de gratuidad de libros de texto es “absolutamente injusto” ya que “su importe no cubre en ningún nivel el coste real de todos los libros que necesita cualquier estudiante, menos aún si se tiene en cuenta el resto del material escolar, y mientras se deja sin respaldo público suficiente a las familias con menos recursos, se destinan fondos a pagar libros gratis a familias en una situación económica muy desahogada”.
Según el diputado Juan Luis Aróstegui, “la Ciudad puede optar por subvencionar una causa, la de la Educación y la gratuidad de libros de texto, más que a sus beneficiarios individuales, pero lo que no se puede es repartir entre todos la miseria porque entonces a quienes se perjudica es a los más necesitados mientras se destina dinero público a quienes tienen capacidad económica suficiente”.
A juicio de Caballas “lo que tiene que hacer la Administración local, porque tiene disponibilidad con un presupuesto de 300 millones de euros al año, es garantizar todo el material escolar necesario, libros incluidos, a todos los alumnos o, cuando menos, a los que tienen menos recursos económicos, no organizar un trasvase de fondos para ricos relegando a un supuesto segundo nivel de importancia a ciertas materias como Música y otras”.