Caballas ha dirigido un escrito al presidente de la Ciudad con las alegaciones al PGOU, un documento que, consideran es “precipitado y poco riguroso”, ajeno a la “reflexión serena y colectiva sobre el modelo de ciudad” que se quiere.
La propuesta del Gobierno está, a juicio de la coalición, desenfocada, incompleta y en muchos aspectos indefinida, escondiendo la intención del Gobierno de “resolver algunos problemas puntuales en los que, casualmente, resultan protegidos o beneficiados determinados intereses particulares”.
Caballas propone viabilizar un Plan de Desarrollo Estratégico, suprimiendo iniciativas obsoletas como el campo de golf e incorporando emplazamientos adecuados para el desarrollo de la industria digital, por ejemplo. Demanda además la instalación de una planta de generación de energía eléctrica y que se plasmen “las previsiones urbanísticas para la zona adyacente a la avenida Cañonero Dato”.
La coalición plantea revisar la red viaria tras rechazarse el enlace Puerto-Frontera y complementarla con una mejor conexión viaria interbarriadas “que se encuentra indefinida”. La protección del Hacho o la declaración de la parcela Huerta Solis como suelo no urbanizable son consideradas básicas además de la no aprobación del planeamiento de 363 viviendas en la zona que ocupa Cepsa y las previstas en los terrenos de Ducar, en San Amaro.
El Área de Planeamiento Plaza Vieja-Patio Hachuel-Mercado de Abastos debe ser corregida para mantener las viviendas de protección pública y se defiende un Plan de Regulación de las Viviendas que actualmente están fuera de ordenación (especialmente en la barriada del Príncipe, Benzú y Recinto), entre otras.