Los diputados de la coalición Caballas no asistirán tampoco este año al acto institucional convocado por la celebración del Día de Ceuta. Los responsables del primer grupo de la oposición en la Asamblea se reunieron ayer con el Ejecutivo local para intentar encontrar un punto en común entre sus posiciones sobre cómo se festeja en la ciudad el Día de la Autonomía y “no fue posible”.
“El Gobierno del PP alega que los plazos son los plazos y que no es posible elaborar una propuesta diferente y a nosotros nos sigue pareciendo que el Día de Ceuta no tiene el carácter reivindicativo y participativo mínimamente exigible”, lamentó Mohamed Ali en declaraciones a ‘El Faro’.
Para los localistas es “innegociable” que el Día de la Autonomía venga asociado “a una fehaciente voluntad de avanzar en nuestro régimen de autogobierno para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía” y que “se aparte de connotaciones de exaltación partidista o presidencialista”.
Desde su punto de vista, ninguna de esas dos cosas se aprecia en el calendario de actividades presentado la semana pasada por la consejera de Presidencia, Yolanda Bel, que a su juicio “parece más bien un mejunje en el que se ha metido todo lo que coincidía más o menos cerca del 2 de septiembre, con independencia de que tuviese o no alguna relación con el Día de Ceuta”. “Caballas no comparte el espíritu del acto institucional central pero respeta profundamente a los galardonados con la Medalla de la Autonomía, la Comandancia General de Ceuta y el Colegio de Abogados, como hemos dejado patente respaldando la concesión del galardón en el Pleno”, quiso dejar claro el líder de la oposición, cuyo grupo “no se sumará al paripé que año tras año es promovido por el PP sin consenso ni voluntad de cohesión más que para apuntar otro día perdido en la lucha por nuestras aspiraciones fundamentales como Autonomía”.
“Disgregados no podemos abordar los problemas”
La coalición Caballas alertó la semana pasada a través de un comunicado de prensa de que “una sociedad disgregada, dividida y sin objetivos comunes”, como desde su punto de vista corre el riesgo de ser la ceutí, “es imposible que aborde con alguna garantía de éxito problemas estructurales de la magnitud de nuestro correcto encaje en el estado de las autonomía y la Unión Europea; la implantación de un modelo económico alternativo (generador de empleo y riqueza); el clima de inseguridad ciudadana; la construcción de una comunidad intercultural; la corrección de las abismales desigualdades; o la superación de los déficit en materia educativa".