Caballas afea al Gobierno su error para aliviar el paro y mejorar la política social

El portavoz del Grupo Caballas, Mohamed Alí, puso en escena ayer un discurso fresco y populista que usó para criticar al Gobierno local por la gestión efectuada pero dejando claro que su objetivo no era saldar el ‘combate político’ con un ko.

En más de una ocasión, Alí tendió la mano a los populares pero siempre advirtiendo que lo hacía para sacar adelante asuntos que incidan directamente en el bienestar de los ceutíes.
Se agradeció que Alí no leyera su discurso, detalle que le aportaba una mayor credibilidad a la hilera de críticas que puso encima de la mesa para afear la gestión, a un año vista, del PP. “Usted ha soltado aquí la catarata de datos a la que nos tiene acostumbrados”, dijo Alí, acusando directamente a Vivas de liderar un Gobierno que ha perdido la “credibilidad” y la “confianza”.
Sagaz, Alí hilvanó dos asuntos de impacto mediático reciente para sustentar sus críticas. El primero, la ausencia de contrato de interés público: “Vamos a peor”, puntualizó, refiriéndose ya no solo a la eliminación de la primera salida de las 6.00 horas sino al hecho de que el barco ya no duerma en Ceuta. Recordó cómo la Ciudad, por boca del portavoz Emilio Carreira, se había comprometido a presionar para que dicho contrato estuviera a finales de 2013. “No lo está”, indicó justificando así esa pérdida de credibilidad. Algo que unió a otro impacto mediático, el del derribo de la escalera del Tarajal. “Han tardado cinco meses en hacer otra, si tardan esto en hacer una escalera... ¿puede creerse el ciudadano sus promesas?”, criticó.
Para Caballas la silla sobre la que sustenta la acción política del Gobierno tiene tres patas y las tres flaquean. La del empleo, la de la pobreza y la de la seguridad.
Respecto a la primera, Alí recomendó a Vivas que no busque esconderse en la ausencia de competencias porque el problema del paro es “la actitud con la que se enfrenta a él. La inacción le convierte en responsable”. El portavoz del Grupo recordó la ristra de propuestas que su partido ha planteado para mejorar los niveles de desempleo sin que las mismas hayan prosperado salvo la puesta en marcha del Plan Juvenil. “Es legítimo que las rechace, pero aporte usted ideas, porque también es su responsabilidad. Más del 70% de los jóvenes está en paro, este dato le obliga a dar soluciones. No se puede pasar de puntillas, es necesario un cambio de políticas y en ese cambio nos tendrá a su lado”.
Segunda pata de la silla: la política social y la pobreza. Fracaso escolar, falta de cohesión, inseguridad... son conceptos que terminan dándose la mano en un mismo ámbito, en una ciudad en la que urge la adopción de medidas para evitar que haya un 40% de la población que vive por encima del umbral de la pobreza.
Alí puso datos, sabiendo que su exposición llegaría al ciudadano. “¿Sabe cuántos funcionarios tiene en el Príncipe para gestionar el IMIS?”, preguntó. “Una sola funcionaria y la ayuda tarda en tramitarse cinco meses... ¿Es esto normal? Usted está viviendo en el mundo de los números, no en el de las personas”, espetó. Alí volvió a pedir cambios de actitud reconociendo que si bien Vivas no dispone de una varita mágica sí que puede dar un giro en el modo de proceder en asuntos de tanta importancia como son los sociales. “Si busca soluciones nos tendrá a su lado, de lo contrario: en frente”, dijo, en su segundo ofrecimiento a la colaboración.
La tercera pata quebrada, la de la seguridad. Alí acusó al PP y al PSOE de haber “hurtado el debate de la seguridad” al no apoyar la propuesta que Caballas llevó a pleno sobre la necesidad de debatir en torno a las políticas que en este ámbito se estaban llevando a cabo. “Es un atentado a la democracia el no hacerlo”, denunció, lamentando que una institución como la Ciudad, con su presidente a la cabeza, haya perdido ya la cuenta de los muertos, heridos y robos con violencia que se han sucedido en Ceuta en los últimos meses. “Los partidos nacionales no quieren entrar en este debate”, puntualizó, volviendo a exigir un cambio en las políticas actuales y una respuesta institucional para que las cosas en esta materia marchen mejor, aun lamentando que su crítica dirigida a la seguridad haya sido interpretada como que Caballas va en contra de los policías o guardias. “Si seguimos así, si no hay cambios, llegan malos tiempos para la seguridad”.
Caballas no evitó su postura crítica ante una política que consideró inadecuada y que permite desembolsos económicos cuando menos cuestionables. Alí enumeró dos: los más de 70 millones arrastrados por la obra de la Manzana o los 27 que se han gastado para hacer una mudanza de todas las infraestructuras educativas que había dispersas en la ciudad a un lugar común, el campus, “porque no han aportado nada nuevo”.
“Afronte la realidad”, recomendó a Vivas, ofreciéndose como partido a sacar adelante propuestas siempre que las mismas vayan orientadas a rebajar las elevadas tasas de paro y a mejorar la situación económica o en materia inversora que se produce en la ciudad y se lleva arrastrando durante años.