El Gobierno de Ceuta ha fundamentado la decisión de suspender la parte de la
Cabalgata de Reyes que salía de
Hadú, tal y como ha adelantado El Faro, en las
recomendaciones sanitarias. Y es que precisamente la salida de los Reyes Magos es el único acto navideño que está todavía en el aire, no en su celebración sino en la manera en que se desarrollará, porque es la única que puede causar ciertos recelos entre las autoridades sanitarias.
Se ha optado por no celebrar la de Hadú en base a criterios sanitarios y porque según el responsable político de la consejería de Cultura, Carlos Rontomé, tradicionalmente las personas que acuden a esta parte de la cabalgata también bajan al centro. Es decir, el número de personas que acudían tradicionalmente allí también se desplazan a la que sale de Maestranza, por lo que se ha apostado por acortar el recorrido, hacerla más rápida y que “no sea una normal” como en otros años por las propias condiciones sanitarias. Lo de arrojar caramelos queda todavía en el aire, porque ha matizado Rontomé que será la próxima semana cuando se acuerde finalmente si tirarlos o no. “Tomaremos decisiones según la coyuntura”, ha explicado a los periodistas, en una reunión fijada para la semana que viene. Lo que no se quiere conseguir es que la Cabalgata se eternice en el tiempo. La dirigente de MDyC, Fatima Hamed, ha criticado esta decisión en redes sociales, destacando este mensaje: “Supongo que cuando el iluminado de turno decide que salgan las Cabalgatas será porque Sanidad lo ha autorizado aunque se produzcan aglomeraciones, o tal vez ni les han consultado. Y si es así: ¿por qué no va a salir la Cabalgata de Reyes desde Hadú? ¿Qué pasa con los niños y niñas de la periferia? ¿Ahí si hay riesgo de contagio? ¿Esos niños dan igual? Si se pensase realmente en lo mejor para la ciudadanía y no en los intereses de algunos nos iría mucho mejor”.