Volvió a nacer. O casi. Eso es lo que debía pensar un trabajador de Mahersa mientras ayer, en pleno puerto deportivo, contemplaba las tareas de recuperación del torito con el que había estado realizando tareas de mantenimiento. Un fallo en las marchas pudo provocar que el elevador cayera al agua, cuando su conductor estaba trabajando muy cerca de la base que tiene el Servicio Marítimo de la Benemérita en el puerto. Le dio tiempo a saltar, ya que no tenía cerradas las puertas de la cabina, mientras el torito se precipitaba al agua.
La empresa ‘Centosub’, que dirige Juan Carlos Rivas, y que se encarga del mantenimiento del puerto deportivo, llevó a cabo la coordinación de las tareas para recuperar el torito del agua. Y no fue labor sencilla, durante cerca de una hora, varios buzos se encargaron de, primero, localizar el elevador en el fondo del agua, ajustarlo y, finalmente, dirigir las labores para que una grúa lo sacara del agua regresándolo a tierra. Poco antes de que los buzos de ‘Centosub’ se sumergieran en el agua, los GEAS de la Benemérita habían inspeccionado la zona cumpliéndose el protocolo en casos de accidentes.
Los buzos de ‘Centosub’ están participando en un curso de buceo profesional del Inem que desarrolla la empresa de Rivas y, precisamente ahora, están desarrollando la fase práctica. Ayer tuvieron el momento idóneo para desarrollar las clases con un accidente real y complicado.
Las labores de izado del torito causaron expectación en el puerto deportivo. No sólo entre los trabajadores de Mahersa, sino también entre ciudadanos que se acercaban a comprobar qué sucedía, y entre la propia Guardia Civil del Servicio Marítimo que se convertía en testigo accidental de lo que podría haber sido un suceso relevante. Las caras de expectación chocaban con el rostro, todavía afectado por el susto, del conductor del torito que era apoyado por sus compañeros de trabajo.
En esta ocasión, el tener las puertas abiertas le posibilitó, en cuestión de segundos, salir rápidamente de la máquina librándose de una caída que, todos los presentes apuntaban, podía haber tenido consecuencias dramáticas.