A la búsqueda de más armas: todos los datos sobre la operación de la Policía Nacional desarrollada en Ceuta

Eran las cinco de la madrugada cuando la Policía Nacional ponía en marcha un dispositivo orientado a la localización de armas en la barriada del Príncipe Alfonso. La base de partida y concreción de actuaciones era la comisaría de San Juan de Dios. Allí, en torno a las 7.00 horas, se agolpaba una hilera de hasta 12 vehículos entre oficiales y camuflados rumbo al barrio, punto al que llegaron a las ocho.

Unidades de la UIP, UPR, UDEV e Información, además de vehículos de apoyo se desplegaban en hasta cuatro puntos distintos de la barriada, los correspondientes con las viviendas o chalés que la Policía tenía marcados como susceptibles de servir para el ocultamiento de armas. Desde hacía meses el CNP ha estado investigando la presencia de armamento en el barrio. Y no solo por los disparos que han dejado heridas a personas o los ataques con arma de fuego a las propias fuerzas de seguridad (en concreto al Subgrupo de Noche) sino también por la constancia que se tiene de disparos al aire producidos varias noches o incluso los heridos que ha habido de los que no se ha tenido constancia ni tan siquiera en el Hospital porque han sido recuperados y tratados en viviendas particulares.

La Policía llevaba ya preparado el despliegue y la forma en la que las distintas unidades tenían que acceder a las viviendas marcadas. Y así se hizo. En todas a la misma hora. Primero, antes de entrar, grabando o fotografiando la presencia policial; después, procediendo al acceso en las casas.

Así comenzaba la entrada en cuatro puntos: al lado del colegio Reina Sofía, sorprendiendo a los trabajadores del centro o de la guardería cercana; o en las inmediaciones del lugar conocido como el Grifo. Agentes uniformados, con los rostros tapados en su amplia mayoría procedían al registro detallado de las viviendas. En el exterior había un amplio despliegue de la UIP y de la UPR con el que se encontraban los vecinos que salían a la calle para llevar a sus hijos al colegio, o los que partían para acudir a sus trabajos. El Príncipe estaba prácticamente ‘tomado’.

Hasta tres personas fueron detenidas por los componentes de la Policía Nacional, aunque se intentó la localización de más sin éxito. Los tres en diferentes registros. Y uno de ellos dando más trabajo del esperado. Y es que cuando los agentes estaban procediendo al registro exhaustivo de una de las viviendas tipo chalé situada a la entrada del barrio, el detenido en este hogar intentó darse a la fuga con las esposas colocadas.

Esa fuga duró segundos. Los que tardaron los agentes en darle alcance, algo que fue captado por las cámaras de FAROTV. Este hombre era llevado de nuevo en volandas hacia su vivienda, en donde los policías, uniformados, seguían registrando con detalle la casa, hasta los depósitos de agua. Todo al milímetro. La Policía contaba incluso con apoyo de agentes especializados por si, llegado el momento, era necesario entrar en alguna vivienda de una forma más drástica. Algo que no fue necesario hacer.

Todas las inspecciones llevadas a cabo en el interior de los domicilios y locales en los que se intervino se llevaron a cabo bajo presencia judicial y con los oportunos mandamientos y entradas. Además cada paso dado por la Policía quedaba grabado y fotografiado como parte del desarrollo investigador que se estaba realizando.

La operación, que está judicializada, sigue abierta. De momento solo ha trascendido que hay esos tres detenidos y que se consiguió localizar, además de abundante documentación, varias armas que fueron trasladadas a la Jefatura Superior para su análisis, en concreto una de fuego y otra simulada. Y es que, dentro de la investigación que sigue abierta, se trata de averiguar ahora si esas armas están relacionadas con alguno de los episodios violentos con empleo de arma de fuego o simuladas que se han producido recientemente.

El juzgado ha decretado el secreto de sumario. Y así seguirá precisamente para garantizar la finalización de las investigaciones sin que las mismas se vean entorpecidas de alguna manera. Policialmente no se ha dado por terminado el operativo y aunque físicamente los agentes se retiraron del lugar a media mañana, ahora queda el análisis de todo lo que se ha intervenido.

La actuación llevada a cabo por la Policía Nacional fue muy coordinada, limpia y operativa. De hecho los vecinos del barrio agradecieron la manera en que se desarrolló sin incidente alguno, aportando seguridad a una zona de la ciudad que la reclama a gritos. Los vecinos con los que se topaba FAROTV agradecían esa operación sobre todo porque están hartos de que, de nuevo, su lugar de residencia se haya colocado en el punto de mira de los pistoleros amén de que se teme por la presencia de armamento, de fuego real o fogueo, que es empleado para la comisión de delitos. El CNP lleva investigando esta situación, aguantándola hasta que ayer llegó el momento del despliegue y el decomiso y posterior examen de lo intervenido.

Quedan más pasos por dar. Lo que tiene claro la Policía es que se va a continuar en esa línea de investigación con vistas a poder obtener resultados que lleven a dar con buena parte del armamento que, se sospecha, está oculto en distintas zonas de la ciudad y forma parte de esos zulos con los que ya, en ocasiones, se han topado las fuerzas de seguridad. Incluso en alguno de los casos, también, armamento de guerra.

El momento del intento de huida de uno de los detenidos

Los agentes de la Policía Nacional estaban llevando a cabo el registro en el interior de una de las viviendas marcadas cuando el detenido en este lugar intentó darse a la fuga. Estaba esposado y llegó a correr unos metros sin éxito, ya que fue alcanzado por los agentes y además se desestabilizó en su carrera. Tras bloquearlo, fue llevado en volandas de nuevo al lugar escenario de la acción policial, en donde se continuaron los registros efectuados. La operación policial, llevada a cabo sobre cuatro viviendas concretas de la barriada, está bajo secreto de sumario y de momento no ha trascendido en detalle el tipo de armas intervenidas. Entre ellas podría haber varias de fogueo o simuladas, pero es algo que se debe concretar por parte de la Jefatura Superior una vez la autoridad judicial dictamine que no hay secreto.