Se llama Mustafa Hamdan, tiene 19 años y es de Tetuán (Marruecos). Desde el pasado 17 de noviembre su familia no tiene noticias de él, lo último que supieron fue su intención de cruzar a nado a Ceuta a través del espigón del Tarajal.
La última vez que le vieron vestía pantalones y camiseta de color negro. Desesperados, sus familiares piden ayuda. Cualquier dato es válido para calmar la inquietud que tienen al no recibir noticias, al no tener ni una llamada del joven desde ese día hasta hoy.
Cuando marchó le dijo a su hermano que intentaría cruzar a Ceuta nadando en compañía de otro amigo. Desde ese día hasta el día de hoy no han sabido nada de él ni tampoco han recibido esas informaciones que familiares de desaparecidos siempre esperan. Tampoco tienen noticias del amigo que partió junto a él, según les había adelantado Mustafa.
La familia, desesperada, reclama ayuda ciudadana y colaboración. Cualquiera que haya podido ver al joven o que tenga algún dato puede ponerse en contacto con su hermano Mohamed llamando al número de teléfono de Marruecos 00212638374915.
El cierre de la frontera y el aumento de los pases a nado
Como la familia de Mustafa hay muchas otras que tras conocer la intención de sus seres queridos de cruzar a Ceuta nunca más reciben noticias. Las historias se cierran con el peor de los vacíos, el desconocimiento y el temor de que haya ocurrido algo grave.
El cierre de la frontera y su posterior apertura con restricciones ha derivado en un aumento notable de los intentos de entrada a través de los espigones de Tarajal o de Benzú. A diario muchos jóvenes se lanzan al mar creyendo que bordearlos es tarea sencilla. A los que son interceptados –yemeníes, sirios, subsaharianos, magrebíes…- se suman los desaparecidos, de los que ya nunca más se informa.
Esta misma semana se ha denunciado la desaparición de otro marroquí que, al igual que Mustafa, también quiso cruzar a nado en su caso con un traje de neopreno. Se llama Mohamed el Kahan.