Soufian Allaboch intentó cruzar a nado a Ceuta el pasado sábado. Precisamente hoy hace una semana. Emprendió esa ruta en compañía de otros tres amigos más que fueron interceptados por las fuerzas marroquíes, pero Soufian siguió su camino adentrándose por el espigón del Tarajal.
Todos partieron desde Castillejos atraídos por lo que ‘les venden’ que hay en Ceuta y lo que podrán conseguir en la Península. Una falsa imagen que choca con la realidad y que prevalece por mucho que desde otros sectores les indiquen que cruzando el Estrecho no se abre un nuevo mundo, que cruzando el Estrecho muchos han perdido la vida.
Pero Soufian no escuchó esas voces y cruzó. Lo hizo primero para pedir asilo y luego pretender su marcha a la Península. Este joven, de entre 26 y 28 años, aprovechó la noche del sábado para iniciar esa ruta, en traje de neopreno y a nado. Sus amigos lo vieron seguir mientras ellos eran interceptados por las fuerzas marroquíes y devueltos a su hogar.
La familia y amigos de Soufian piden encarecidamente cualquier información
Desde la noche de ese sábado nada se sabe del joven. Por eso sus familiares y amigos han recurrido a la difusión de su fotografía para intentar obtener alguna pista sobre su paradero. Están desesperados, no han recibido una sola llamada telefónica. El rastro de Soufian se perdió cuando cruzó el espigón. Son tantos los desaparecidos que cuesta cifrar las llamadas de auxilio de padres, madres o amigos que hacen lo posible por encontrar una pista, algo que les conduzca a alguna información.
Lo más duro es precisamente eso, desconocer qué pudo pasar. En el caso de este joven se perdió la pista cuando se separó del grupo, cuando siguió nadando en dirección a Ceuta. No hay rastro de él en las naves del Tarajal ni tampoco ha sido visto por Ceuta. No consta un rescate y posterior devolución, por eso las dudas sobre cuál ha sido su destino inmediato son cada vez mayores.
La familia y amigos de Soufian solo piden que cualquiera que sepa algo de él aporte una información. Están pasando por momentos desesperados.
Los que nunca habían sospechado que sufrirían.
Yo soy español de nacimiento, de raíces cristianas y me gustaría saber porqué este estado español no hace una campaña en los medios marroquíes para dar a conocer los datos de esta disparatada tragedia y desincentivar a estas almas perdidas para que no vengan aquí,,pero es que habéis perdido el buen juicio?,los españoles de bien han perdido la noción de lo que está bien y lo que es de recibo!?, inexplicable.