Aymen es otro nombre más de aquellos que buscan en el mar un futuro mejor y que, tristemente, pierden la vida en el intento o desaparecen sin que se tengan más noticias. Esas personas que intentan pasar de África a Europa en pequeñas embarcaciones donde están todos sus sueños. Un drama humano que tanto afecta a Ceuta y al estrecho que nos limita y que deja un sinfín de historias por el camino.
El caso es aún más desgarrador cuando se trata de un chico de 11 años. Esa era la edad de Aymen Balkassem cuando desapareció en el Mar Meditérraneo, hace 15 días. Se montó en una pequeña embarcación junto a otras seis personas. Todos buscaban llegar a las costas de España, donde les esperaba un futuro mejor que el actual en Argelia. De las siete que iban, seis alcanzaron el objetivo y están a salvo en Murcia, pero el pequeño Aymen se quedó por el camino. Así lo explica su familia, que tras dos semanas no sabe nada de él.
Natural de Argelia, el joven se montó en una embarcación en la ciudad de Mostaganem, en la costa noroeste de Argelia, prácticamente en línea recta de Murcia. Fue el pasado 24 de septiembre. Su familia explica a El Faro de Ceuta que tuvo constancia de que los otros inmigrantes que con Aymen iban llegaron a Murcia o Cartagena, no saben precisar la ciudad, pero que de su pequeño no saben nada. Creen que han podido morir ahogado, y no ocultan en ningún momento el drama que eso supone, pero tampoco pierden la esperanza de que como el resto de sus compañeros de viaje pudiera alcanzar la Península y encontrarse en buen estado.
"Los compañeros están en España, el único que no está es él", se lamentan los tíos de Aymen, quienes piden la ayuda para buscar al pequeño. Tampoco encontraron el cuerpo del pequeño, pese a que aseguran que la Cruz Roja pudo acudir durante el rescate, pero no saben nada más.
En su casa de Argelia esperan a Aymen otros dos hermanos, más pequeños que él, y sus padres, ambos destrozados y recibiendo el apoyo de sus allegados. No pueden hablar por el dolor y solo esperan que el joven, el hermano mayor de todos, pueda seguir vivo en algún lugar de la Península. Son sus tíos los que hablan en nombre de una familia destrozada. Otra vida más desapareció en el mar que separa África y Europa. Esta vez era un niño de tan solo 11 años de edad.
Presión sin condiciones a los padres de este crio, por dejar a que su hijo se embarque en esta triste aventura. Encima tienen cara de pedir ayuda. Menudas caras duras.
Un niño de tan solo 11 años.
Sus padres sabían que se iba.
Alguien pagó su pasaje.
Ningún adulto era responsable directo durante la travesía.
Imposible que los que llegaron no sepan que pasó.
O lo arrojaron al mar tras una muerte violenta o accidental.
O lo entregaron durante la travesía para tráfico de órganos o esclavitud sexual.
Pues que me lo expliquen. Tan solo 11 años así que alguien pagó su "pasaje". Su familia, parece ser, tenía conocimiento de su partida. Igualmente da la sensación de que viajaba sin la compañía de un adulto de la familia. Los que han llegado a España saben lo que ha pasado, no debe ser ningún misterio, o lo han matado y arrojado al mar o se murió y lo arrojaron al mar o por el camino alguna embarcación lo recogió para el tráfico de órganos o para venderlo como esclavo sexual.
Mientras tanto Argelia se está armandose bien con la chatarra de Rusia llevando sus generales buenas mordeduras depositandolos en paraísos fiscales como Suiza, con el consentimiento de muchos, bravo.