El presidente de la Autoridad Portuaria hizo ayer un balance de la actual situación del puerto que presenta un crecimiento notable y unas buenas perspectivas de cara al futuro. No solamente la apuesta por convertir la dársena ceutí en un negocio casi al cien de bunkering no es arriesgado, sino que una empresa como Vilma está dispuesta a invertir sesenta millones de euros. El tráfico de pasajeros se mantiene a unos niveles aceptables, junto con un incremento de más del cien por cien en materia de construcción. Y en el mundo de los cruceros, a pesar de la crisis, para este año está garantizado que una de las empresas más potentes en el sector como MSC haga unas cuatro o cinco escalas. Sin olvidar, por supuesto, la consolidación que se espera de las negociaciones para la segunda fase de ampliación y los estudios que se realizan para un futuro puerto deportivo en la zona del dique de Levante. Un lanzamiento que no se puede detener.