El Centro de Educación Integrado que se ubicará en el Brull cada vez está más cerca de ser una realidad. La Administración socialista prevé poder iniciar “durante el segundo semestre del año” las obras del proyecto, y para ello la Ciudad Autónoma ya ha asumido los deberes que le competen relativos a los trabajos previos imprescindibles para la urbanización del solar, adquirido hace ya casi diez años al Ministerio de Defensa por diez millones de euros. Así el Gobierno local ya ha licitado el contrato que rige la intervención arqueológica en el zona, y que corresponde a la última parcela susceptible de estos trabajos.
La zona, catalogada de cautela arqueológica, ya ha contado con, al menos, tres intervenciones. La necesidad de dicha actuación deriva de los resultados obtenidos en campañas previas, que han permitido documentar una secuencia que arranca en época medieval islámica y alcanza nuestros días.
Los trabajos a desarrollar, cuya dirección será asumida por los técnicos de la Ciudad, serán los derivados de la ejecución de una excavación en una superficie aproximada de 80 metros cuadrados con una potencia estimada de, aproximadamente, dos, en la que se combinarán medios mecánicos y manuales.
Los trabajos implicarán la realización de catas con medios mecánicos en las áreas indicadas por los técnicos con una superficie total no inferior a los 40 metro cuadrados, así como la excavación estratigráfica manual en una superficie máxima de 40 metros cuadrados.
Por otra parte, se procederá a la localización y recuperación de materiales, su envasado y etiquetado, así como a su protección para poder realizar la segunda parte de los trabajos en el laboratorio.
La duración de la intervención no se extenderá más allá de tres meses. Una vez concluida el terreno estará preparada para el inicio de las obras del centro educativo, que albergará Infantil y Primaria de dos líneas (seis aulas de Infantil y doce de Primaria), un Centro de Educación Secundaria con cuatro líneas de ESO (16 aulas) y tres líneas de Bachillerato (seis aulas), lo que supondrá la creación de 150 puestos escolares de Infantil, 300 de Primaria, 480 de Secundaria y 180 de Bachillerato, que se traducirán en un total de 960 plazas.
El proyecto se desarrollará en cuatro plantas. Constará de un pabellón principal, en el que se situará la zona administrativa, los servicios generales, el aulario de Secundaria y Bachillerato, y dos secundarios para las zonas lectivas de Primaria e Infantil. Tanto el gimnasio como la sala de conferencias se situarán en los extremos y con accesos independientes para permitir su uso en horas no lectivas o fines de semana. Asimismo contará con pistas deportivas (una de 44x22 metros y dos de 28x15 en la cubierta), y un gran espacio abierto de recreo. Además, incorporará una sala de conferencias de 222 metros cuadrados, que habrá de compartir el uso educativo con el cultural abierto a la comunidad educativa de Ceuta.
El Gobierno de Vivas compró la parcela para construir viviendas y solo pensó en destinarla a uso educativo tras frustrarse ese primer objetivo. El Ministerio aceptó darle ese uso al terreno en la etapa de Rajoy en La Moncloa pero llevaba al menos dos años instando por escrito al Ejecutivo local a cambiar su calificación urbanística de residencial a dotacional.