Basado en el clásico de Plauto, ‘El anfitrión’, Rafael Álvarez (Lucena, Córdoba, 1950), más conocido como ‘El Brujo’, ofrecerá este sábado a las 19:30 horas la representación de ‘Los dioses y Dios’ en el Teatro Auditorio del Revellín, en Ceuta.
La obra es un análisis de los mitos basado en el estudio del gran antropólogo Joseph Campbell que escribió ‘El héroe de las mil caras’.
Todos los mitos y todas las culturas encierran el mismo misterio, el misterio del que hablan los grandes clásicos de la tragedia griega. Se trata de un recorrido sorprendente, emocionante y cómico por la mitología a la que se aferra el ser humano cuando se asoma al abismo de lo que entiende como desconocido.
Averiguar el misterio de la vida se convierte así en el anhelo constante de la sabiduría y el conocimiento. En esta representación de lujo “hay amor, humor y una esencia: el teatro es pura vida y es, además, divertido”, asevera
La obra, encargada de inaugurar el 67 Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida este mismo año, es un análisis el estudio de Campbell: “En esta obra, el antropólogo defiende que todos los mitos, todas las culturas, sus cuentos, sus simbologías, alegorías y mitologías, encierran el mismo misterio”, sostiene el actor.
El misterio que abarcan todos los grandes clásicos de la tragedia griega: “¿Qué hacemos en este mundo? ¿Cuál es el propósito de la vida y de qué forma podemos afrontarla con las adversidades qué conlleva, pero también con los placeres y los momentos felices, de una manera digna, heroica y elevada?”, afirma.
"Es una reflexión acerca de la divinidad, de cómo ha estado presente en la evolución de la raza humana”
Esta obra, ‘El Anfitrión’, ya la representó en el Festival de Teatro de Mérida en 1994, que destila la esencia del juego de Plauto en la figura de Júpiter, que se metamorfosea en humano para gozar de una mujer terrenal, “pero en todas las mitologías siempre se sucede el mismo cuento”, advierte el actor.
“Nosotros mismos queremos trascender nuestra propia mortalidad para hacernos infinitos, superhéroes, lo que en tiempo de pandemia tiene un significado muy profundo”, asevera.
‘El Brujo’ asegura que la obra está realizada con un toque de humor: “Está hecha para mi público, para la gente que quiere reir consistentemente, desde el principio hasta el final”, defiende, “lo explico de una manera directa y sencilla, para que se divierta, porque si la gente no se divierte en el teatro no es responsabilidad de la gente, sino de los que hacemos el teatro. El espectador viene a ser feliz, a reírse, con El Brujo y yo haré porque sea así desde el principio hasta el final”.
La representación de esta noche, ‘Los dioses y Dios’, es una adaptación “muy, muy libre” de la obra ‘El Anfitrión’, del autor latino Plauto. Esta noche, El Brujo, mediante esta personal adaptación, realiza una reflexión acerca del simbolismo de los dioses, el carácter, la presencia y el significado de los dioses en la mitología. “Es una reflexión acerca de la divinidad, de cómo ha estado presente en la evolución de la raza humana y cómo, en diferentes momentos, ha estado presente bajo diferentes aspectos en el arte o la literatura”, refiere el autor.
"Los dioses y Dios’ es una adaptación libre, muy muy libre de la obra del ‘El Anfitrión’, del autor latino Plauto”
En cuanto a la reminiscencias y continuas referencias a la cultura mediterránea, sobre todo al helenismo, el autor confiesa que, efectivamente, en los últimos años, está realizando una búsqueda, una indagación en el significado de las obras clásicas, no en la literalidad sino en la resonancia, repercusión, incidencia e impacto que tiene la cultura clásica en el imaginario colectivo.
Para Rafael Álvarez, ‘El Brujo’, esta representación que hoy llega al Teatro del Revellín, tratará de que sea “un momento brillante, un momento mágico que nos saque de la rutina y del aburrimiento”, y lo hará con humor, “con mucho humor, porque la obra en la que se basa, El Anfitrión, es una comedia”, señala.
Esta noche, además de ‘El Brujo’, se subirá al escenario un músico, Javier Alejano, cuyo acompañamiento para el actor es importante, pues “ la música es un aliado del actor; ayuda mucho al seguimiento de la obra, al ritmo y facilitar el contacto con el público”, concreta.