El caballa Borja Gil ha dejado de ser jugador de la UB Conquense desde ayer, club que anunció a través de su portal web la “baja voluntaria” del futbolista.
Borja, que cumplirá el mes que viene 24 años, ha tomado la decisión de marcharse a jugar a la liga en Tailandia, entre otros motivos por contar con pocos minutos en el club manchego que milita en el Grupo 2 de Segunda División B.
Jordi Fabregat no ha contado apenas con este centrocampista que era una de las ‘perlas’ de la cantera caballa y que llegó a formar parte de las categorías inferiores del Valladolid.
Su paso a categoría nacional fue un ir y venir constante, empezando su etapa en las filas del Muralla de Ceuta, en la experiencia del equipo naranja en categoría nacional de Tercera División.
Después pasó por las filas, en Segunda División B, del Unión Estepona y el Villanovense, en donde tuvo minutos e incluso coincidió con otro caballa, Juan Antonio Cabrera, ahora en el Ávila de 3ª.
También se puso la camiseta del cordobés Lucena, aunque en el mercado de invierno se marchó a jugar en el filial del Real Murcia (Murcia Imperial), e incluso puede decir que ha debutado en la Liga Adelante, ya que fue convocado por el primer equipo.
Fue nada menos que en el ‘Mini Estadi’ ante el filial del FC Barcelona, pero jugando muy poco, apenas cinco minutos para sustituir a su compañero Saúl en un encuentro que acabó en empate.
El año pasado se convirtió en pieza clave de la AD Ceuta FC, titular siempre que estuvo disponible a las órdenes de José Antonio Asián, jugando la fase de ascenso a Segunda División B, en donde caería derrotado ante el Laredo.
El hecho de que su padre fuera (y sea) el presidente del club no fue un obstáculo para que este joven futbolista se ganara el respeto de la afición en el campo.
Pero una vez terminada la temporada volvió a mirar hacia la península, en un Conquense en donde su paso ha vuelto a ser fugaz hasta tomar la decisión de cruzar medio mundo para marcharse al poco conocido fútbol tailandés.
Eso sí, aunque no ha convencido al entrenador, la plantilla, es decir sus compañeros, sí le han despedido con cariño, publicando la imagen de una comida a través de las redes sociales.
Una nueva aventura por tanto para este auténtico trotamundos que llegará más ‘lejos’ que nunca.