Los miembros del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) de la Ciudad Autónoma de Ceuta han demostrado en numerosas ocasiones que son una gran familia. Están en un trabajo en el que comparten miles de momentos y tienen que estar unidos para luchar contra el fuego y cualquier otra incidencia.
Dos compañeros de toda la vida, Manolo Iglesias y Paco Cosme, han colgado el uniforme por última vez para comenzar su merecida jubilación. Lo han hecho de manera física porque en el fondo siempre lo llevarán en su corazón ya que así lo han sentido durante años.
“Nunca es fácil despedirse de dos compañeros como son Manolo y Paco Cosme, ya que siempre han sido dos insignias de nuestro parque”, han detallado sus compañeros.
El pasado viernes el Cuerpo de Bomberos celebró su patrón, San Juan de Dios, y aprovechando ese momento que también es único para todos ellos, entregaron a ambos compañeros varios obsequios con motivo de su jubilación.
"El parque siempre será vuestra casa"
“Queremos transmitirles nuestros mejores deseos en esta nueva y merecida etapa. El parque siempre será vuestra casa”, apostillan.
En lo que se refiere a Manolo Iglesias, se ha jubilado a sus 65 años como sargento. Sus compañeros han explicado que es una persona que “no ha pasado de puntillas” y va a dejar un gran vacío. “Siempre era el primero en empujar a todo el mundo para realizar cualquier actividad. Su alegría la ha ido contagiando a todo el servicio y era muy fácil trabajar con él”.
Sobre Iglesias, han querido destacar que siempre estaba “para ayudar a los demás” cuando lo necesitaban. “Es una persona excepcional y se le va a echar mucho de menos”.
Paco Cosme, conductor durante su carrera
Por su parte, Francisco Cosme, Paco como se le conoce en el Cuerpo, ha sido conductor durante su carrera profesional. “Es una persona inquieta que siempre necesitaba estar haciendo cosas. Eso es algo súper importante en nuestra profesión y tiene tanta vitalidad que la transmitía a los demás”.
Sus compañeros recuerdan, antes de que cumpliera los 65 años, que cuando había un servicio, por ejemplo, a las 04:00 horas era el primero que bajaba corriendo para subirse al camión. “Nunca ha dado un paso atrás. Siempre quería estar haciendo algo y eso era porque le gustaba su trabajo”.
Tanto Iglesias como Cosme van a sentir un gran vacío en su corazón y van a echar mucho de menos su día a día. “Son personas que lo dejan porque cumplen la edad de jubilarse. Estoy seguro que si le hubieran dado la posibilidad de continuar, hubieran dicho que sí. Ellos amaban su trabajo y eso lo transmitían siempre”, explican los compañeros.